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El especialista del Ministerio Público se refirió a la autopsia cuyo resultado fue dado a conocer en la víspera. De acuerdo a los estudios, el suboficial principal Adalberto Candia Sanabria (44) y el suboficial primero Egidio Ramón Chávez (32) fueron ejecutados a sangre fría.
En la fecha, Lemir mencionó que en el caso de Candia, el mismo intentó huir, “entonces procedieron a dispararle en el tobillo derecho. Fueron dos municiones de alta velocidad que le destrozaron el tobillo y el muslo derecho”, comentó. Una vez reducido, los asesinos lo ejecutaron con un disparo en la cabeza.
Con respecto a Chávez, mencionó que recibió un certero balazo en la nuca, aparentemente estando este con las manos entrelazadas y boca abajo. Esta hipótesis se desprende del hecho de que la munición que le atravesó el cráneo desde la parte posterior a la anterior quedó incrustada en el suelo, bajo el cuerpo.
El médico forense señaló que, entre las dos víctimas, Candia sufrió en mayor medida, ya que primeramente le destrozaron los pies para inmovilizarlo. “Sufrió lo que es el dolor de un tobillo destrozado y posteriormente fue ejecutado”, manifestó.
En ambos casos -tanto Candia, quien recibió cuatro balazos, como Chávez, ejecutado de un tiro- se puede hablar de que una vez reducidos fueron ejecutados sin mediar palabras. “Una vez sometidos, directamente los remataron”, manifestó Lemir.
Los dos suboficiales se desplazaban a bordo de una patrullera cuando fueron emboscados en el límite entre Amambay y San Pedro. El vehículo fue rociado a balazos para detenerlo. Luego de asesinar a los agentes, los criminales incendiaron la camioneta para posteriormente huir del lugar.