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En el decreto N° 3.249, firmado por el presidente Horacio Cartes, en su carácter de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, se dan por terminadas las funciones del general de brigada Ramón Ernesto Benítez Amarilla. De esta manera, el coronel Salinas tendrá a su cargo dirigir las operaciones contra los grupos criminales EPP y ACA; el primero de ellos mantiene secuestrado al suboficial Edelio Morínigo desde el 5 de julio de 2014.
Tras enterarse de su remoción del cargo, el general Benítez sostuvo esta mañana que la medida obedece más a una disputa interna entre altos mandos castrenses que al desempeño de los uniformados apostados en Concepción y San Pedro, quienes fueron receptores de todo tipo de críticas tras el asesinato de tres peones en la localidad de Tacuatí.
Aseguró incluso que un equipo paralelo de uniformados venía operando en el área de influencia del EPP desde hacía al menos un mes. “Hace un mes empezaron a meter uno y otro... Había un equipo paralelo operando allá en la zona; lo digo con absoluta responsabilidad”, expresó al señalar que ya desde hace un tiempo se había estado planeando su salida.