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Hasta ayer, el mayor Alfredo Jonás Ramírez, vocero de la FTC, se resistía a brindar detalles sobre el caso de los dos secuestrados en Tacuatí: el menonita Abraham Fehr, de 38 años de edad, y uno de sus peones, cuya identidad aún se desconoce.
La incertidumbre se acrecentó con el hermetismo de la Fuerza Conjunta, que se limitó a señalar anoche que estaban en “pleno procedimiento”, pese a que el hecho se registró ya en horas de la tarde. Pasaron más de 12 horas y los uniformados permanecían en silencio.
Finalmente, esta mañana, Ramírez confirmó que hay dos nuevos secuestrados en el Norte, que de esta manera se suman a Edelio Morínigo, quien lleva 401 días en poder del EPP. El militar, sin embargo, evitó siquiera referirse a las identidades, argumentando que están “precautelando la seguridad y la vida de estas personas que están secuestradas”.
Al ser insistido sobre qué detalles manejan los investigadores sobre las víctimas, el vocero insistió en que “como información lo que podemos decir es que desde las 18:00 de ayer se encuentran secuestrados un colono menonita y un paraguayo que trabajaba con él”. Insistió en que “es todo lo que puedo decir”.
El uniformado pidió paciencia a la ciudadanía, aunque reconoció que hay ansiedad con respecto a qué está ocurriendo en San Pedro. “Por favor, tolerancia, en vano voy a comentarlos los trabajos que hacemos, porque hacemos trabajos. Conocemos las informaciones que se manejan y en su momento vamos a informar como corresponde”, sostuvo en contacto con la 780 AM. Ramírez pidió no difundir informes que no sean datos oficiales. “Queremos llamar a la reflexión en cuanto a la manipulación de este tipo de sitauciones”, manifestó.
Abraham Fehr fue tomado por sus captores junto a sus dos hijos, menores de edad, además de dos trabajadores, en una estancia arrendada de la familia Soljancic, en Tacuatí. Los criminales liberaron a los niños y a uno de los peones, pero decidieron llevarse al colono y un empleado, por cuya libertad pidieron US$ 20.000.