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A las 23:50, un grupo de siete personas llegó hasta un cajero automático del Banco Itaú ubicado al costado de un local de Punto Farma, en el kilómetro 17 de la ruta Transchaco, barrio Concordia de Mariano Roque Alonso, donde pusieron explosivos para abrir el mecanismo del cajero, pero la explosión alertó a los agentes policiales.
Una patrullera llegó al sitio y los malvivientes se percataron de que los billetes quedaron entintados y no pudieron llevarse G. 500 millones, que es lo que contenía la máquina, según la versión policial. Ante el asedio policial, los asaltantes subieron a una camioneta Hyundai Tucson, color gris, con chapa KAR 410, arrojaron clavos “miguelito” para cubrir su huida y se alejaron del lugar. Horas después, el vehículo fue abandonado. El móvil había sido robado el viernes de la semana pasada en San Lorenzo, según señala una denuncia policial.
El subcomisario Gervasio Vázquez, del Departamento Contra Delitos Económicos, dijo que la máquina cuenta con el sistema de entintado antirrobo y, de acuerdo a lo que pudo observar en su verificación del cajero, las bóvedas donde se encuentran los billetes no pudieron ser extraídas por los delincuentes. Este es el segundo cajero automático que no puede ser robado gracias al sistema de entintado de los billetes.