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Tras un debate sobre la emisión de bonos y el endeudamiento del Estado paraguayo entre oficialistas y opositores prevaleció la versión de estos últimos con la fijación de un tope de US$ 300.000.000 para la emisión de estos documentos. La otra condición es que ese dinero solo se use para obras de infraestructura en lo que será el Presupuesto General de Gastos del año que viene.
El oficialismo preveía emitir en 2017 bonos por US$ 590 millones, pero esta decisión se congeló (era una versión de Diputados, donde prima también el apoyo a Horacio Cartes). Sin embargo, esto no prosperó.
La deuda externa del país se triplicó en los últimos tres años. El Gobierno justifica esta decisión diciendo que el nivel de deuda en el Paraguay es muy bajo y que la emisión de bonos se hace para invertir en obras de infraestructura y pagar otras deudas, en una especie de “bicicleteo” de cuentas.
El ministro de Hacienda, Santiago Peña, adelantó días pasados que si el Senado recortaba la emisión de bonos para el pago de la deuda pública en 2017 recortaría los programas sociales.