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Monseñor Medina estaba oficiando la misa en la Iglesia Parroquial de Villa Florida, ocasión en la cual cuestionó las semillas transgénicas y sostuvo que se requiere un estudio minucioso antes de aprobar su uso.
En ese momento, el presidente Franco pidió la palabra para responder a las críticas del obispo. “Si me permite, voy a explicar esto, monseñor”, expresó y subió al púlpito.
El obispo cedió el micrófono y el jefe de Estado -en plena celebración de misa- se defendió de las críticas. “¿Usted cree, monseñor, que si los transgénicos van a perjudicar la salud y el ambiente, yo haría algo parecido?”, expresó.
Franco pidió a Medina presentar un documento de una persona entendida que demuestre que los transgénicos perjudican la salud y la vida.
“Si me presentan ese documento, nosotros ahora mismo cambiamos de actitud”, afirmó.
El mandatario aseguró que los transgénicos son semillas “que Dios y la ciencia permitieron que sean modificadas para beneficio de los productores”.
Aseguró que con estas variedades, los campesinos podrán contar con cultivos resistentes a las plagas y malezas.
“Mediante los transgénicos, los agricultores van a usar menos insecticidas y habrá mejor producción”, aseveró.
Monseñor Medina, por su parte, respondió que personas entendidas en la materia le informaron sobre los perjuicios de las semillas transgénicas e insistió en la necesidad realizar un estudio profundo antes de aprobar el uso de las variedades genéticamente modificadas.
La misa se realizó en conmemoración de la fundación de Villa Florida, departamento de Misiones.
El pasado 20 de agosto, Franco decretó la liberación del uso y la comercialización del algodón transgénico.
Esta decisión le valió críticas de varios sectores que advierten sobre posibles daños ambientales y la salud humana.