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Los secuestros, asesinatos a sangre fría por parte del EPP y la poca efectividad que demuestran los uniformados y el Ministerio Público ahora hace que la mala relación que existe entre ambas instituciones gane estado público y fue el fiscal Joel Cazal quien lanzó una amenaza de imputación si el vocero de la FTC, mayor Alfredo Ramírez, volvía a dar detalles sobre las movilizaciones que se están produciendo en el norte del país.
Cazal fue tajante al decir que solo él y el fiscal general del Estado, Javier Diaz Verón, son los autorizados a dar detalles de cualquier movimiento que se dé. La persona que incumpla esto será imputada, apuntó. Esto se dio luego que se perpetrara el secuestro de dos personas en el Norte la noche del sábado, y el domingo el vocero de la FTC dio algunos detalles, mientras que el fiscal se mantuvo en silencio. Esa situación alteró al agente fiscal Joel Cazal, quien lanzó la amenaza de imputación.
El incidente solo deja al descubierto los rumores que se vienen manejando desde hace tiempo con respecto a que no existe una buena relación entre los uniformados y el Ministerio Público. Siempre se trató de negar el hecho; sin embargo, ahora -que a las claras el EPP se encuentra desbordado ante la ineficacia de las autoridades- los nervios ya no se pueden controlar y saltan estos incidentes.