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Se trata de Lidia Machuca Pereira, quien indicó a oficiales de la Comisaría 9° Metropolitana que cuando estaba caminando por la vereda sobre Juan de Salazar se cruzó con una compañera de estudios y que se quedaron a conversar debajo de un techo que existe en el lugar y que da a la calle, cuando repentinamente salió la propietaria del negocio denominado “Karmita Osta”, ubicada en Perú y Juan de Salazar y Espinoza de la ciudad de Asunción, y le exigió que abandonara el lugar porque lo estaba ensuciando, momento en que le llamó “negra...”, según la denunciante.
La estudiante de la universidad Uninorte dijo a la comerciante -que tiene acento rioplatense (sería uruguaya, indicó)- que ella no puede echarla del sitio porque se encontraba en la vía pública y que conoce sus derechos. Como respuesta recibió insultos tales como “sos una cualquiera”, tal como se escucha en un video que ya circula en las redes sociales. Asimismo, contó que recibió golpes por parte de un hombre, identificado como Rubén Colmán Niksich.
La alumna universitaria relató que ya presentó la denuncia ante la Fiscalía y que mañana radicará una formal denuncia también ante el Ministerio de la Mujer y que recurrirá a todas las instancias para solicitar castigo para los responsables de la agresión y una compensación económica por el daño psicológico que le ocasionaron.
Por su parte, la dueña del local, Karmita Osta, indicó que ella fue la agredida por la joven y que los roces con los alumnos son constantes. “No sé si están drogados, no son respetuosos. Fui y le pedí por favor que se apartaran de la pared que me la estaban ensuciando y que recién estaba pintada porque eventualmente voy a hacer un desfile, entonces ella me empezó a gritar”, aseguró.
Indicó que tras ser agredida tanto verbal como físicamente entró al local y un cliente suyo salió a defenderla. Acotó que a ella también la tildaron de “kurepa de mierda”, “y eso también es una forma de discriminar. Yo soy paraguaya”, sostuvo la mujer, en comunicación con ABC Color.
Indicó que desde hace 12 años soporta la actitud de los estudiantes de la citada casa de estudios, con quienes constantemente tiene roces porque estos acostumbran a recostarse por la pared de su tienda. Afirmó que ella misma pidió amablemente a los alumnos que se retiren. “Ahora voy a pedir a los guardias de Radar que ellos salgan en estos casos”, adelantó.
Ella, al igual que la joven universitaria, radicó la denuncia ante la Comisaría 9° Metropolitana.