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César Ruiz Díaz, titular del Centro de Empresarios del Transporte de Pasajeros del Área Metropolitana (Cetrapam), conversó con ABC Cardinal respecto a las circunstancias del fatal choque entre un bus de la Línea 20 y otro de la Línea 12, sobre la calle Humaitá y Nuestra Señora de la Asunción, pleno microcentro de Asunción.
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El empresario reconoció que en un análisis rápido puede evidenciarse la imprudencia del conductor de la unidad de la empresa Magno S.A., sin embargo aclaró que no puede descartarse que el chofer haya tenido algún problema. “De hecho hay una velocidad que no debe ser, eso habla de imprudencia; se nota que ni atinó a frenar en la bocacalle, ahí volvemos a la imprudencia... (Pero) A lo mejor el conductor tuvo problemas de salud momentos antes del accidente; eso no podemos saber, es muy difícil dilucidar qué fue lo que pasó”, refirió.
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Mencionó que las cámaras instaladas dentro del ómnibus siniestrado serán clave en la investigación del suceso. “Los accidentes ocurren tal vez por impericia, pero solamente la investigación va a determinar qué pasó en el habitáculo de ese vehículo; ese bus (el de la Línea 12) tiene cuatro cámaras en su interior y -según la información que tengo- una de las cámaras apunta al conductor”, detalló.
Consideró que actualmente sólo resta esperar que la Fiscalía retire el DVR (Digital Video Recorder, grabador). “Así se podrá determinar qué sucedió en el habitáculo de ese vehículo; antes de eso no podemos saber a ciencia cierta qué sucedió”, sostuvo.
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Asimismo, Ruiz Díaz fue abordado sobre el uso del cinturón de seguridad por parte de los choferes, práctica que pudo haber salvado la vida de Diego Arturo Suárez Martínez, quien manejaba el coche 50, con matrícula BPZ 664, de la firma Magno. “No hay reglamentación sobre el uso del cinturón de seguridad”, refirió el empresario.
El titular de Cetrapam recordó que cuando empezaron a llegar los nuevos buses, en el marco del proceso de renovación del parque automotor, las unidades traían incorporados cinturones de seguridad, tanto para el chofer como para todos los pasajeros. “¿Qué sucedió? La misma gente empezó a arrancarlos... Somos parte de un proceso de concienciación”, manifestó.
Mencionó que el uso del cinturón en el transporte público es una cuestión de debate no solo en Paraguay, sino en otros países, ya que además se considera que hay unidades donde los pasajeros deben viajar parados, lo que los excluye de este sistema de seguridad.
Respecto a si los choferes reciben la suficiente capacitación para estar al mando de un bus, con vidas a bordo, Ruiz Díaz garantizó que sí existe instrucción, “más aún para los que están trabajando con estos vehículos nuevos”. “Son vehículos que tienen otro nivel de uso, condiciones diferentes; son vehículos con computadoras, ya no son de la misma mecánica usada por los antiguos buses”, apuntó.
Finalmente, recalcó que aunque se busca la formación adecuada del chofer, finalmente todo queda a cargo de la conciencia del mismo. “Se recibe una capacitación pero después está la conciencia del chofer que dirige y su conciencia está en el pie derecho, que determina la aceleración o frenada que le debe dar a la unidad”, manifestó.
El gerente del gremio del transporte público consideró que hay un proceso de cambio en el sector y “eso no se da de la noche a la mañana”. “Es un proceso de años y hoy hay frutos; vale la pena seguir apuntando a ello y esperar que no vuelva a suceder un accidente de esta naturaleza”, concluyó.