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Luego de sufrir varias complicaciones de salud y carencias económicas, el músico Efrén “Kamba’i” Echeverría falleció cerca de las 3:00 de este martes a los 86 años en el Hospital Regional de Luque.
“Kamba’i” Echeverría, un innovador de la técnica denominada “afinación transportado”, porque al mismo tiempo punteaba y rasgueaba, recibió la distinción “Tesoro viviente de la humanidad” otorgada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 2007, por su gran aporte artístico.
Echeverría —quien fue autodidacta— había contado que su estilo único de rasgueo y punteo simultáneo surgió de la necesidad de actuar solo, sobre todo en las serenatas, para acomodarse a los presupuestos de su pueblo natal y como producto de la admiración hacia los grandes concertistas de guitarra como Cayo Sila Godoy y Felipe Sosa.
Familiares confirmaron que el deceso se produjo a raíz de un paro cardíaco en el Hospital Regional de Luque. Sus restos serán velados en su domicilio, en la Primera Compañía de Luque.
“La manera de afinar la guitarra como afinaban los lutiers en las épocas imperiales, la naturalidad, la forma de afinar la guitarra hacen único a Kamba’i. Kamba’i se proyectó a la comunidad nacional y fue asombro en Europa hace ya muchos años. Asombraba a la gente”, expresó Serafín Francia Campos sobre el músico en conversación con ABC Cardinal.
Campos lo recordó como un ejemplo para las nuevas generaciones de músicos y una inspiración para muchos. "Sus creaciones, su talento, su don de gente, su modestia... Kamba'i era capaz de mover a 800 a 1.000 personas y luego decir que se iba de guardia. Era portero", afirmó el maestro Francia Campos.
Por último, lamentó que Echeverría haya muerto en la pobreza. "Si hubiera sido un italiano, un griego, hubiera asombrado al mundo. Kamba'i, junto a su gran talento, tenía el pecado de la modestia", concluyó.