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Laura Godí, de Moxel Atelier, grupo que había embellecido la escalinata, denunció a través de un posteo en su cuenta personal de Facebook que sin pedir permiso ni avisarles agregaron escalones a la escalinata, lo cual destruye la idea inicial de la obra que crearon como un regalo a la ciudad de Asunción.
"¿Saben por qué no avanzamos nunca? Porque seguimos pisoteando, rompiendo y saqueando lo que no es nuestro. Dicen que es más fácil pedir perdón que permiso, pero no está bien apropiarse de lo que no es nuestro y hacer con ello lo que nos place", expresó.
La artista señaló que "me alegra enormemente que el proyecto de barrio modelo de la Loma se esté llevando por fin a cabo, pero me indigna que en el intento de mejorar el barrio terminen rompiendo la armonía de proyectos que, a diferencia de este, se hicieron con aceptación de sus habitantes y con la colaboración de ellos en la colocación".
Consideró que "esta es solo una prueba más de que lo bueno no siempre dura. Que lo que tiene valor para algunos, para otros no. Que lo que otros tienen y yo no, no debe durar".
Finalmente, expresó que "para mí, que no vivo en el barrio, no son tres escalones más, es romper el equilibrio de una historia, obviar el costo, dedicación y tiempo invertidos, hacer y no pedir permiso ni perdón”.
La diseñadora Laura Godí, con un grupo de alumnas, había realizado un proceso en el que encajaron uno a uno los azulejos a mano, en total 45 contrahuellas. La obra contaba con cuatro elementos que constituían: el cielo azul, la ciudad de Asunción en la que se encontraban las coloridas casitas y la escalinata, las rocas de la loma, que forman parte de una de las siete colinas de la capital y, finalmente, el agua de los arroyos Jaén y Jardín y del río Paraguay.