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El ingeniero químico y doctor en medioambiente, Rodrigo Mussi, monitorea el crecimiento del cauce del río Paraguay en la zona del Bañado Sur y el vertedero de Cateura desde que comenzó la crecida.
Según el experto, el agua del río está muy cerca de alcanzar la piscina en la que se vierte el lixiviado, líquido extraído de los residuos sólidos con altos niveles de contaminación, y si eso llega a mezclarse ocurrirá una “catástrofe ambiental” que tardará al menos 20 o 30 años en solucionarse.
“Hay dos posibilidades: que el agua del río inunde esta laguna (piscina) de tratamiento o que se rompa uno de los taludes y si el lixiviado, que tiene altísimos valores de contaminación y con características tóxicas, se esparce por todo el Bañado Sur, tendremos una catástrofe ambiental de contaminación que tardará por lo menos entre 20 a 30 años en revertirse”, explicó a ABC Color.
Dijo que le preocupa que las autoridades no se hayan pronunciado sobre el tema, o que en el caso de la ministra de la Secretaría del Ambiente, Cristina Morales, haya dicho que “no existe peligro de contaminación”, cuando Cateura es la “zona más contaminada del país”.
Sobre el punto intentamos comunicarnos con la ministra pero hasta el momento de la publicación no contestó nuestros llamados.
Quien nos atendió fue la arquitecta Stella Maris Azuaga, directora de Asea Urbano de la Municipalidad, quien aseguró que el agua todavía no alcanzó la piscina de tratamiento y que de forma preventiva ya se tiene una respuesta al problema, pero que recién lo anunciarán esta tarde.
Dijo que el propio intendente Arnaldo Samaniego será quien haga el anuncio de la solución preventiva.
Para Mussi las opciones son, en primer lugar, dejar de llevar los residuos sólidos a Cateura de modo a evitar sobrecargar más la laguna de tratamiento.
Además se deben verificar los taludes y de ser posible se debe encontrar una forma de retirar el lixiviado del lugar, en caso de que el río lo alcance y comience a mezclarse. El problema a esta opción es que en Paraguay no existen plantas de tratamientos para contaminantes de este tipo, entonces dónde se podrá llevar el líquido contaminante, se pregunta al mismo tiempo.
Mussi explicó que el lixiviado en un vertedero tiene normalmente entre 20.000 y 30.000 mg/l DQO (Demanda Química de Oxígeno), por lo que el líquido debe ser tratado para reducir esos niveles antes de ser arrojado al río.
Indicó que generalmente un arroyo o río que no está contaminado tiene entre 10 y 20 mg/l DQO.
En el artículo 7 de la Resolución 222 de la Secretaría del Ambiente se establecen los parámetros para descargas de efluentes en los cuerpos de agua. Entre los requisitos se fija que el DQO no puede pasar de 150 mg/l para poder ser vertido o alcanzado por los cuerpos de agua.