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Un ambiente de calma se vive esta mañana en el campus de San Lorenzo, donde los manifestantes permanecen acampados y a la espera de que el rector, Froilán Peralta, sea remitido a la Penitenciaría de Tacumbú. El alto funcionario, quien renunció al cargo antes de darse por detenido ayer, está recluido en el Departamento Contra Delitos Económicos, donde continuará hasta mediados de la semana siguiente para luego ser derivado a la cárcel.
Los jóvenes igualmente siguen en el predio de la UNA, de manera a resguardar las documentaciones en el Rectorado, la Facultad de Veterinaria y otras dependencias que puedan albergar pruebas sobre el escándalo de corrupción. El grupo desempeñó un papel protagónico para lograr la salida e imputación de Froilán. Igualmente, los mismos universitarios acorralaron a tres funcionarias de Talento Humano que fueron sorprendidas aparentemente intentando una “quema de archivos”. Se trata de María del Carmen Martínez Méndez, jefa de la dependencia, además de Luz Aquino y Leticia Deggeller.
En el caso de la directora de Talento Humano, la misma fue interceptada por los manifestantes cuando trataba de abandonar el Rectorado, junto con documentaciones y pendrives con datos sobre el manejo de la universidad, la noche del jueves. La mujer escondió papeles entre sus ropas e incluso tragó algunos, en un intento de hacer desaparecer toda evidencia posible, según denunciaronn los estudiantes.
Por su parte, Aquino y Deggeller fueron sorprendidas en las oficinas, donde se ocultaron hasta bajo los escritorios y debieron pasar la noche. Ya la mañana del viernes, una comitiva fiscal ingresó al lugar y las descubrió, por lo que fueron llevadas aprehendidas. Las tres funcionarias comparecen hoy ante el juez Leonardo Ledezma, en Palacio de Justicia de San Lorenzo, donde plantean una fianza para intentar evadir la prisión y seguir el proceso desde sus casas.