Los estudiantes tumbaron a Lafuente

La ministra de Educación, Marta Lafuente, renunció al cargo ante la presión de los estudiantes, quienes llevaron adelante una maratónica protesta en su contra, que incluyó toma de colegios a nivel país, sentatas y marchas durante tres días consecutivos.

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Marta Lafuente finalmente accedió a dejar el cargo y comunicará su renuncia en una conferencia de prensa, según informaron a ABC Color fuentes plenamente identificadas. La alta funcionaria se resistía a dimitir pese a las movilizaciones en su contra, que fueron aumentando de tenor; finalmente, dio un paso al costado poco antes del mediodía tras una reunión de tres horas con el presidente Cartes, en Mburuvicha Róga.

Desde que iniciaron la toma del Colegio Nacional República Argentina, la tarde del martes 3 de mayo, los estudiantes secundarios anunciaron que no se rendirían bajo ningún tipo de persuasión. La consigna era: renuncia o destitución de la ministra Marta Lafuente, sin ninguna posibilidad de diálogo.

Conforme transcurrieron las horas y los días, más colegios nacionales y privados de todo el país se sumaron a la protesta, tomando sus respectivos colegios como fuertes de lucha y resistencia. Mantuvieron la intransigencia hasta el final y ello tuvo sus frutos. Los numerosos intentos de negociación por parte del Ministerio de Educación fueron inútiles. A la cuestionada Marta Lafuente no le quedó más opción que dar un paso al costado. El estudiantado ganó la batalla.

¿Cuáles fueron los factores que llevaron a la saliente titular de la cartera de Educación a semejante rechazo, a tal punto de ser obligada a retirarse del cargo?

Para responder a esta pregunta, debemos remontarnos tres años atrás, al 16 de agosto del año 2013, cuando la psicóloga Marta Lafuente asumía la titularidad de la cartera de Educación como parte de la publicitada “Selección nacional” del presidente Horacio Cartes. Ni bien arrancaba, ya era duramente cuestionada por docentes, con quienes de entrada tuvo discrepancias.

Lafuente asumió luego de haber sido viceministra de Educación durante los cinco años de gobierno de Nicanor Duarte Frutos. También ejerció varios cargos internacionales como la presidencia por Paraguay del Comité Coordinador Regional del Sector Educativo Mercosur, entre otros.

Cuando ingresó al MEC, unos 26.000 docentes encaraban una huelga que duró casi un mes en reclamo de mejores condiciones de jubilación y la ministra decidió descontarles los días no trabajados. Desde ese día se la conoció con el mote de “Ña Descuento”. Poco después se iniciaron los cuestionamientos de sectores estudiantiles que comenzaron a reclamar con mucha más fuerza calidad en la enseñanza.

Las declaraciones que la fueron colocando en la mira de estudiantes y docentes las comenzó a dar a finales de 2013, cuando culpó a docentes por lo que denominó “el peor año lectivo”, ya que resultaba imposible recuperar todas las clases perdidas a consecuencia de la huelga.

Numerosas fueron los hechos que se fueron dando a lo largo del año 2014. Por ejemplo, salió a luz que el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) debía a las escuelas G. 15.000 millones de los fondos para equipamiento (pupitres, sillas, mesas, etc.). Argumentaban que no tenían aún los recursos por falta de liberación de los mismos por parte del Ministerio de Hacienda. Mientras el MEC no proporcionaba estos recursos a los colegios, las instituciones presentaban un estado edilicio deplorable. Estos recursos eran para la compra de sillas, mesas con pupitre, teléfonos, escritorios y otros elementos que se convierten en patrimonio de las instituciones.

Durante los primeros días de marzo de 2014, nuevamente docentes de la Federación de Educadores del Paraguay y otras instituciones analizaban hacer una nueva huelga, a la que se sumarían a centrales de trabajadores. Entre los reclamos que exigía el sector docente ese año se encontraban pago por antigüedad, escalafón docente y pagos por permisos de maternidad. Entretanto, el MEC argumentaba que el pago por antigüedad se realizaría “conforme a la disponibilidad presupuestaria”.

El despilfarro en alquileres de viviendas fue otro de los episodios durante la administración de Lafuente. Mientras las necesidades en el ámbito de la educación abundaban, se constató que el MEC es una de las instituciones estatales que más dinero desembolsan en concepto de alquiler. En 2013, la cartera gastó alrededor de US$ 3 millones en ese concepto. Como no existe control de los alquileres, hay varias sospechas de negociados.

Las irregularidades en los concursos fueron otra práctica muy criticada por parte de la ciudadanía. Mientras su administración se jactaba de ser muy rigurosa con los concursos para docentes, en el Colegio Nacional de EMD de Eusebio Ayala se declaró ganadora a una docente que quedó en tercer lugar. La licenciada Nancy Figueredo, quien había obtenido el mayor puntaje, había dicho entonces que la secretaria de Estado defiende un sistema que favorece la mediocridad.

En abril de 2014 trascendió que el MEC era la institución más morosa con la ANDE. A esa fecha debía un total de G. 121.653 millones (más de US$ 26 millones) a la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) por la provisión de energía eléctrica de varios años atrás. Lo más preocupante, según manifestaron directivos de la entidad, era que la deuda iba en aumento. En ese entonces se había informado que la energía eléctrica no se cortaría en las instituciones, pues existe un compromiso con la educación. La respuesta de la ministra Lafuente en ese momento fue que se trataba de “una deuda histórica” que no se solucionaría fácilmente.

El 24 de julio de 2014 salió a la luz que el MEC adeudaba G. 174 millones a 38 funcionarios contratados en 2013 en concepto de aguinaldo y otras bonificaciones pendientes, que no fueron abonados el año pasado por falta de presupuesto. Apenas un mes después, el 23 de agosto de 2014, docentes empezaron a exigir un reajuste salarial del 10% para el sector. El MEC, con Marta Lafuente al frente, manifestó que no cedería al planteamiento, por lo que los docentes mantuvieron entonces un estado permanente de huelga. Los estudiantes agremiados anunciaron también una movilización en apoyo al sector docente.

El 9 de febrero del año 2015 surgió una polémica por títulos otorgados por el instituto Santa Librada, que tenía sospechas de no cumplir con los estándares educativos del ministerio.

El 11 de agosto de 2015, docentes agremiados a la OTEP-SN hicieron  una “serenata” frente al Ministerio de Educación y Cultura (MEC) para “cantar al fracaso del sistema educativo” en los dos años de Gobierno de Horacio Cartes, a pesar de que el sistema educativo viene de varios gobiernos anteriores.

En agosto del año 2015, docentes y estudiantes realizaron numerosas actividades de protesta, entre ellas una serenata, en la que le expresaban a la ministra “Ña Descuento” que su administración había sido un “fracaso” y que estaba “aplazada”.

En setiembre de 2015 se realizó una histórica marcha de colegios públicos y privados que reunió a miles de estudiantes en el centro de Asunción y movilizó a varios otros en el interior del país. Los jóvenes exigieron un compromiso real de parte del Gobierno para con la educación.

En los últimos meses del año 2015 comenzaron a suceder los hechos que “colmaron la paciencia” de estudiantes. El techo de una de las aulas del Colegio Nacional de Lambaré se desplomó, causando heridas a 13 alumnos y a una docente. Con esto se demostró que la estructura de los colegios era un verdadero peligro, el ex intendente de Lambaré Roberto Cárdenas está procesado en ese caso.

El 3 de mayo de 2016, el Colegio Nuestra Señora de la Asunción fue clausurado, luego de que se haya desplomado el techo de uno de los pabellones.

Entre los hechos más recientes, por decirlo de alguna manera, el 14 de abril de este año trascendió el exorbitante precio que le había cobrado el taller mecánico Patri al MEC por pintarle logotipos a vehículos. El taller presentó facturas de G. 1.300.000 por cada pintura. Mientras, pintores del sector privado consultados por ABC Color dijeron que los costos de ese trabajo ploteado no superan los G. 400.000.

A partir de esa irregularidad, alumnos empezaron a exigir la renuncia de Marta Lafuente con mayor firmeza.

Las organizaciones comenzaron a manifestarse a nivel colectivo. La Unión Nacional de Centros de Estudiantes del Paraguay (Unepy) emitió un comunicado a través del cual exigían la renuncia de la ministra de Educación, Marta Lafuente, por no cumplir con varias promesas realizadas a los estudiantes en cuanto a mejoras de la calidad educativa. Entretanto, la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes) exigió voluntad política a los actores del Gobierno para cambiar el sistema educativo que rige en el país.

Aseguraron que “aplazaban” a Marta Lafuente por su gestión al frente de la cartera estatal y enfatizan que no merece el cargo que estaba ocupando desde agosto de 2013.

El hecho detonante de la reacción masiva de los estudiantes fue el caso de sobrefacturación del llamado “cocido de oro”, adquirido a G. 80.000, y el agua mineral a G. 10.000 la botella, precios ampliamente superiores a la media del mercado. Tal fue el repudio ciudadano generado al trascender esta irregularidad en compras del MEC que el hecho derivó en un pedido de interpelación a Lafuente.

Coincidentemente, esto debía realizarse ayer en la Cámara de Senadores. Sin embargo, Lafuente pidió una “postergación”, con el argumento de que debía abocarse a resolver el conflicto con los estudiantes secundarios, pero la solicitud fue rechazada por los legisladores, quienes consideraron injustificada su ausencia y analizarán un voto de censura.

Marta Lafuente se encuentra fuera del Ministerio de Educación y Cultura tras tres días de intensa presión de los estudiantes. Los alumnos advierten que no permitirán un simple “cambio de cara” en la cartera estatal, sino que exigirán una reestructuración total del sistema educativo a nivel país.

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