“No sabía” que vivía con un prófugo de la Interpol

Gladys Delgado convivió 4 años con Pérez Corradi, con quien tuvo dos hijos, pero aseguró que nunca sospechó que era uno 10 más buscados por la Interpol por narcotráfico y asesinato. Comentó que hubo situaciones anormales pero que no le despertaron dudas.

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María Gladys Delgado Brítez aseguró que durante estos cuatro años de relación nunca tuvo siquiera sospechas sobre el pasado de su pareja, quien figuraba entre los más buscados por la Interpol a nivel regional. “Yo no sabía nada de su vida anterior; como dije antes, le conozco como José Luis Fernández, no lo conozco como Pérez Corradi”, reafirmó.

Reconoció, sin embargo, que hubo situaciones que pudieron haber sido sospechosas, como por ejemplo que un día llegó a la casa con los dedos quemados. Al consultarle qué le ocurrió, se negó a dar explicaciones. “'Me quemé el dedo', me dijo, y le pregunté cómo; en ese aspecto no le dije más nada porque no quería pelear con él”, argumentó.

Otro elemento a considerar -aunque a su criterio no resultó llamativo- es que Pérez Corradi no reconoció a los hijos que tuvo con ella. La mujer se limitó a justificar y reafirmar que “los argentinos tienen carácter fuerte” y mencionó que ella tiene la misma actitud, por lo que las peleas eran periódicas y quería evitar nuevos episodios de disgustos.

Delgado reafirmó que “mi relación con él no fue tan tranquila. Discutimos mucho porque mi carácter es muy fuerte y él últimamente andaba muy nervioso, hablaba poco, no me decía casi nada, a veces no quería comer; le preguntaba qué le pasaba y me decía 'nada'”, manifestó. Sobre los cuatro años que estuvo con el fugitivo, mencionó que “nunca llevó droga a casa. Nunca llevó gente, nunca me decía siquiera: 'Me voy a una cena esta noche'; se iba a trabajar, se iba al gimnasio y luego volvía a casa y estábamos tranquilos”, detalló.

Mencionó que él se dedicaba en Paraguay a la venta de suplementos para gimnasio y, a la vez, manejaba un negocio de venta de artículos electrónicos en Ciudad del Este. Sobre la vida que llevaban, aseguró que “no es como la gente dice que él tenía mucha plata”. Aseguró que cuando residían en Alto Paraná, “no teníamos vehículo y andábamos en colectivo, en taxi”.

Por otra parte, Delgado mencionó que desconocidos que iban a bordo de una camioneta la siguieron de cerca mientras retornaba a su vivienda en la localidad de Luque. “Anoche cuando volví de verlo a él (en la Agrupación Especializada), pasé al súper y ahí me di cuenta de que me estaban siguiendo”, refirió en contacto con radio ABC Cardinal.

Mencionó que teme por su seguridad, por lo que ya habló con el abogado de la familia para requerir mayor protección, considerando que su esposo es señalado por narcotráfico y sus representantes legales en varias ocasiones aseguraron que buscaban matarlo. “Hablé con el abogado para ver si me pueden dar una protección; no sé nada todavía respecto a eso”, refirió.

Mencionó que cuando paró en una estación de servicios para cargar combustible se evidenció aún más la actitud de los sospechosos, ya que la camioneta en cuestión también se detuvo a metros de ella, sin que persona alguna descienda. Finalmente, al llegar a Luque, “se quedó al costado de mi casa”.

Reafirmó que tiene dos hijos con Pérez Corradi: una niña de tres años y un bebé de apenas cuatro meses. Mencionó que ambos son fruto de una relación que se inició en 2012, año en que el extranjero huyó de la justicia argentina y se refugió en Paraguay. “Quiero protección para mis hijos, para mi familia”, insistió.

La mujer igualmente pidió mayor seguridad para el criminal, ya que -ratificó- hay personas que supuestamente buscan atentar en su contra. “Ayer cuando fui a verlo le pregunté: '¿Tenés miedo vos?' y me dijo 'sí', y nunca le vi así”, expresó.

Ibar Pérez Corradi fue detenido el domingo último en la Triple Frontera, ya en territorio brasileño y posteriormente trasladado a Alto Paraná de donde fue traído hasta Asunción, donde permanece recluido en la Agrupación Especializada.

El hombre soporta en Paraguay un proceso por falsificación de documentos, ya que pagó a una red de policías corruptos para obtener una falsa identidad, con cédula y pasaporte a nombre de Walter Miguel Ortega Molinas, quien falleció el 24 de noviembre de 2002 en un accidente de tránsito en la ciudad de Fernando de la Mora.

Las autoridades argentinas ya reclamaron su extradición, dado que en el vecino país soporta procesos aún más graves, por un triple homicidio y acusaciones de tráfico de efedrina. Ante el requerimiento, la Fiscalía paraguaya adelantó su apertura a entregar a Pérez Corradi a sus pares argentinos.

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