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La paciente Claudia Martínez (37) padece desde su primer año de vida una patología genética denominada “fibrosis quística”, la cual afecta gravemente sus dos pulmones. Debido a esta situación, la mujer necesita un trasplante bipulmonar, técnica quirúrgica que en nuestro país aún no realizan los médicos.
Mediante gestiones realizadas por el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), Martínez fue trasladada para una evaluación pretrasplante al Hospital Favaloro de Buenos Aires, Argentina, en el mes de octubre, tras la autorización del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), según informe de la cartera sanitaria.
El ente público se responsabilizó de las gestiones y los gastos; además, la paciente contó con el apoyo de la Fuerza Aérea Paraguaya, el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Embajada y el Consulado General de la República del Paraguay en la ciudad de Buenos Aires. Las instituciones nacionales siguen buscando solución al caso de Claudia.
El esposo de Claudia, Víctor Montiel, en comunicación con ABC Cardinal se mostró desesperado ante los obstáculos que se ciernen en su lucha por la vida. La mujer no solo debe conseguir un donante cadavérico de dos pulmones, sino que, además, la cuestión se complica debido a que el trasplante ni siquiera se practica en el Paraguay.
Manifestó, asimismo, que todas las esperanzas de Claudia se concentran en lograr un lugar en el sistema de salud argentino, pero debido a que la mujer no posee la nacionalidad del vecino país, por el momento solo cabe esperar que se concrete un acuerdo bilateral.
Lamentablemente, la lenta reacción de las autoridades a la hora de dar respuesta es un obstáculo, refiere Montiel. “Ella está un poco complicada en la parte pulmonar, se le están deteriorando cada vez más los pulmones, y esto tiene efecto hacia otros órganos; es por eso que para nosotros urge el tema del convenio con la Argentina, para que se realice el trasplante”, manifestó.
Montiel señaló que parte de la responsabilidad recae sobre el doctor Hugo Espinoza, director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), porque “se requería de normas internacionales que había que cumplir, y este señor Espinoza no cumplió, y por eso estamos en punto cero con la Argentina”.
El hombre insistió en que todo se dilata por la falta de gestión de las autoridades. “Estoy desesperado como marido al verle a mi señora en esa condición; nadie le hace caso, hay falta de gestión. Esto se tiene que manejar a nivel de Cancillería”, reclamó.
Salud Pública había suscrito un Convenio de Cooperación y Asistencia Técnica en 2009 con el INCUCAI. También tiene firmado un convenio en materia de trasplante hepático desde el año 2014. Con la vigencia de ambos acuerdos, se solicitó la firma de una adenda al último, para ampliar la cooperación acordada, contemplando los trasplantes de hígado, pulmonares y de otros órganos que se hagan en Paraguay.
El pedido fue remitido al INCUCAI, que hasta la fecha no se expidió al respecto. Sin embargo, en el mes de abril de este año el INAT solicitó a dicho instituto una consideración especial al caso de Martínez, pedido que fue respondido de esta manera: “Lamentablemente, no es posible proceder a la consideración del caso planteado”, con base en la resolución del INCUCAI Nº 342/09, que regula la inscripción de pacientes extranjeros en la lista de espera.
En ese contexto, cabe mencionar que la legislación argentina en materia de trasplantes, la cual coincide con la mayoría de las legislaciones sobre la temática en la región, incluida la del Paraguay, por lo que resulta importante comprender que las mismas deben establecer una estricta regulación, por la escasa disponibilidad de órganos, principalmente de pulmones, para trasplante.
Sin embargo, teniendo en cuenta las excelentes relaciones bilaterales que se mantienen con la Argentina, se mantiene la esperanza de que se dé un gesto solidario en este caso en particular.
Tanto el Ministerio de Salud como el de Relaciones Exteriores siguen trabajando con el INCUCAI para fortalecer la procuración de órganos en el Paraguay a través del proyecto FO-AR, al igual que el fortalecimiento de capacidades técnicas y profesionales; e instan a la ciudadanía en general a participar de los programas de donación de órganos a nivel nacional.