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Unas 16 familias que habitan viviendas del barrio San Francisco, de la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitad (Senavitat), aprovecharon la presencia de la ministra Soledad Núñez en ocasión de la inauguración de la Parroquia San Francisco de Asis, para escrachar a la secretaria de Estado y pedirle que les regularice su situación con respecto a su permanencia en el lugar.
Pero la respuesta del gobierno es que estas familias no tienen documentos que las avalen como beneficiarias de las casas. Es más, ni siquiera se encuentran en la lista de preseleccionadas o seleccionadas.
Por su parte, las familias manifestantes alegan que sí les corresponde estar en el lugar, y que de hecho fue una funcionaria, a quien identificaron como Carmen Paziolla, quien les entregó las llaves de los departamentos hace cinco meses.
Por su parte, desde el gobierno afirman que estas familias deben salir, pues hay otras 16 familias que sí son beneficiarias legales de las viviendas, y deben ingresar a ocuparlas lo antes posible, para poder así completar el cupo de 1.000 familias que habitan en el barrio.
Los manifestantes se acercaron a Soledad Núñez con pancartas y pasacalles en los que decían, entre otras consignas “no hay invasión, hay engaño”. “Si la Senavitat nos dio la llave no hay invasión” y “la Constitución Nacional, la vivienda como derecho ciudadano y deber del Estado”.
Llamó la atención el actuar de la Policía Nacional, que comenzó a revisar el contenido de los carteles, hecho que puso en tela de juicio la libertad de manifestarte que debe existir en una sociedad democrática.