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La mañana del martes 30 de setiembre, los padres del suboficial Edelio Morínigo recibieron una carta del EPP en que le daban dos semanas de plazo al Gobierno para liberar a seis miembros de su agrupación o, de lo contrario, matarían al policía secuestrado.
Esta es la segunda vez que el EPP utiliza este sistema para tratar de doblegar al Gobierno. La primera vez fue el 20 de mayo pasado con una carta escrita a mano por Alcides Oviedo desde su lugar de reclusión, la Agrupación Especializada, donde fue visitado por miembros de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, quienes solicitaron al líder del EPP que interceda en la liberación de Arlan Fick.
Oviedo, lejos de conmoverse, aprovechó el momento para poner en práctica los que expresa el "manual del EPP" (encontrado en agosto de 2009 en Ybyraty), que señala que se debe retener a políticos o jueces y canjearlos por presos del grupo armado. “Es conveniente que hagamos inteligencia sobre funcionarios públicos (gobernador, diputado, senador, juez, etc.) que puedan estar al alcance de nuestros combatientes, a fin de retener a uno de ellos y proponer un canje por los compañeros presos” (sic), dice textualmente en uno de los capítulos.
En esa ocasión, Oviedo Brítez propuso el cambio de Arlan por otros miembros del EPP. Sin embargo, el caso no fue estudiado por las autoridades y el condenado por el secuestro de María Edith de Debernardi fue imputado. Ahora, nuevamente, los criminales que tienen desde hace 87 días secuestrado al policía Edelio Morínigo vuelven a plantear el intercambio. La intención que tiene el EPP es ser reconocido como grupo guerrillero para adquirir tal estatus.
La idea es emular a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y obtener un reconocimiento a nivel internacional; es más, el EPP es una semilla “regada” por los guerrilleros colombianos. Sin embargo, para el gobierno el EPP es solo un grupo criminal que opera en el norte del país.