El ministro de Interior, Francisco de Vargas, aseguró que “se dispuso un refuerzo operativo en los departamentos de Concepción y San Pedro”, que consiste en “el aumento de agentes militares del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea”, según un comunicado oficial.
El titular del Ministerio no especificó el número ni las características del nuevo despliegue que acompaña a las tropas ya destacadas en la zona desde 2013.
De Vargas recordó que han realizado una rotación y aumento del personal policial que opera en la llamada “zona de influencia” del EPP, para no descuidar los delitos comunes.
El ministro declaró que estas medidas pretenden “dar sostenibilidad, apoyo y respaldo” a la FTC -conformada por militares, policías y agentes antidrogas- que opera contra el EPP y la Agrupación Campesina Armada (ACA), una supuesta escisión del primer grupo.
El EPP ha asesinado a un total de 39 personas desde su creación en 2008, 19 de los cuales se han producido durante el mandato del presidente Horacio Cartes, que asumió el cargo en 2013, según el recuento oficial.
Hace dos semanas asesinó a un matrimonio de ciudadanos alemanes, las primeras víctimas extranjeras del grupo.
El grupo armado opera en el norte del país, en la encrucijada de tres departamentos: San Pedro, Concepción y Amambay. Se trata de una de las zonas más pobres de Paraguay, muy cerca de las ciudades fronterizas con Brasil, que son consideradas un bastión del crimen organizado.
La guerrilla además mantiene secuestrado desde hace siete meses al policía Edelio Morínigo, por cuya libertad exige un canje por guerrilleros encarcelados.
El secuestro se produjo cuando el EPP tenía en su poder a Arlan Fick, hijo de colonos brasileños, que cumplió 17 años durante su cautiverio, que duró nueve meses.
Fick fue liberado las pasadas Navidades, meses después de que su familia pagara un rescate de medio millón de dólares.
El asesinato del matrimonio alemán a manos del EPP ha acrecentado las críticas y dudas de la oposición sobre la capacidad del Gobierno para acabar con la guerrilla.
La falta de resultados en la lucha contra el EPP fue uno de los argumentos esgrimidos por el ahora gobernante Partido Colorado y el Partido Liberal para destituir en un juicio parlamentario en junio de 2012 al presidente Fernando Lugo, que tuvo que dejar el poder un año antes de concluir su mandato.