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Eran aproximadamente las 22:00 del domingo cuando se registraron los primeros disparos en la zona norte de Pedro Juan Caballero, departamento de Amambay, en la zona internacional. Desconocidos a bordo de una camioneta Toyota SW4, color blanco, con matrícula brasileña OOU 3661, del municipio de Ponta Porá, Brasil, ejecutaron con disparos a tres hombres.
Los fallecidos fueron identificados por la Policía como Fabio Villalba Da Silva, de 23 años, brasileño, y otros dos de nacionalidad paraguaya de nombre Esteban Benítez Espinoza (35) y Nelson Benítez Espinoza (37), todos baleados mientras se encontraban en una cancha de vóley en la fracción Villa Guillermina.
Antes de este hecho, los sicarios habían atacado a balazos el local de venta de neumáticos “Pneus Porá”, propiedad de Jorge Rafaat Taumani”. Así también, otros comercios de Taumani fueron afectados anoche, de acuerdo a datos policiales. La madrugada del jueves pasado ya habían incendiado el mismo establecimiento.
Tras dicho ataque, los delincuentes circularon por una de las calles de la ciudad. En el camino realizaron los disparos que acabaron con la vida de los tres hombres mencionados anteriormente, con el fin de distraer a los agentes policiales que estaban persiguiéndolas.
A pesar del plan de los sicarios, otros vehículos de la Policía continuaron la persecución por la calle Carlos Domínguez, incluso con intercambios de disparos. En un momento dado, la camioneta SW4, en la que iban cuatro personas, terminó chocando contra la estructura del Bar Ramón.
En el sitio fueron detenidas dos personas: Mirna Lorena Colmán Benítez, de 28 años, de nacionalidad paraguaya, y Artemio Giménez Aguilar, de 32, también ciudadano paraguayo. Por su parte, los otros dos ocupantes del rodado lograron escapar hacia el lado brasileño.
Hasta el momento, la Policía Nacional no cuenta con datos acerca de los autores del asesinato de las tres personas en la cancha de vóley. Sobre este hecho el intendente de la ciudad de Pedro Juan Caballero, José Carlos Acevedo, reveló que los delincuentes constantemente circulan por la zona internacional en vehículos y con armas largas.
Acerca de la situación actual por la que atraviesa la capital del Amambay, el gobernador local, Pedro González Ramírez (PLRA), declaró: “Estamos mal acá, porque hasta hoy no se tomó ni una medida. No sé por qué”. También lamentó que no se puede hacer algo porque “la Policía esta rebasada en su fuerza” y “no puede enfrentarse en esta situación a ellos”.
Dijo que los sicarios “continúan recorriendo por las calles sin problemas” y la Policía no puede hacerles frente porque “el alto poder de fuego y las armas que tienen es impresionante”. Reveló que se encuentra preocupado por este momento de terror en la ciudad y que “el ministro del Interior (Francisco de Vargas) no me atiende” las llamadas.
González enfatizó que “la situación es de pánico acá” y para que se pueda hacer algo contra los criminales “tiene que venir gente especializada, para que trabaje con la gente de Brasil y actuar de forma conjunta”.
Aproximadamente a las 19:00 se iniciaron disparos consecutivos en el centro pedrojuanino. En ese momento, parecía una guerra entre grupos de narcotraficantes. Minutos después se confirmaba la muerte de Jorge Rafaat Taumani, quien se encontraba viajando a bordo de una camioneta Hummer, con chapa OAN 927, oscura, blindada.
Jorge Rafaat Taumani fue un poderoso narcotraficante para la Policía Federal de Brasil, al que nunca se le pudieron probar vínculos con las drogas en Paraguay, por lo que andaba libremente en nuestro país, pese a que había indicios contundentes en su contra.
La muerte de Jorge Rafaat “fue instantánea, no se evidencia que él intentó bajarse de su vehículo, no se evidencia que intentó tirarse al piso para esquivarse. Él ahí sentado, mirando hacia adelante, falleció en el momento y sin una acción de fuerza para defenderse”, dijo el médico forense Marcos Prieto, que se encargó de inspeccionar el cuerpo. El forense detalló que Rafaat recibió 16 impactos de balas de armas largas de alto impacto, ocho de las cuales tuvieron orificio de entrada y salida. El empresario de frontera murió por traumatismo de cráneo grave con pérdida de masa encefálica.
El hecho ocurrió sobre la calle Teniente Herrero esquina Elisa Alicia Lynch, cuando la camioneta Toyota Fortuner frenó en la citada bocacalle frente a los escoltas de Rafaat, que iban a bordo de dos camionetas Toyota Hilux y una Ford 250. La Hummer blindada se adelantó repentinamente a sus guardias y quedó detrás del móvil de los sicarios que procedieron a disparar de forma frontal contra Rafaat.
Los escoltas de Rafaat, que hasta ese entonces solo pudieron observar, luego de unos segundos empezaron a disparar contra la Toyota Fortuner, cuyos sicarios también apuntaron a éstos, obligándolos a ocultarse. Este hecho desató una balacera sin precedentes entre facciones criminales, que duró cuatro horas más.
Para la causa, los delincuentes utilizaron una ametralladora M2 Browning .50, cuyos proyectiles son capaces de traspasar blindajes. Además, es utilizada como arma de tanques y aviones y cuyos orígenes se remontan a la Primera Guerra Mundial. Su capacidad máxima de disparos es de 500 balas por minuto. Así también, los sicarios transportaban en uno de los vehículos un verdadero arsenal. Llevaban municiones para la M2 Browning .50, cargadores para pistolas calibre 9 milímetros, así como fusiles de asalto AK -47, metralletas, pasamontañas, binoculares y chalecos antibalas, entre otros.
Luego de la balacera, los agentes policiales lograron detener a seis paraguayos: Mario Ariel Sánchez Giménez (28), Wilfrido Coronel López (36), Alcides Ramón Núñez Pereira (37), Eladio Amarilla (34), Abel Ramón Palacios Jara y Roque Ortiz Brum. Igualmente, dos ciudadanos brasileños: Robson Suares Palacios (30) y Maxuesli Rodrigues Andrade. Luego de esto, la hipótesis de que bandos criminales del Brasil estuvieran involucrados en el acribillamiento cobró mayor fuerza.