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“Papa Francisco. Soy Marlene, estoy muy contenta por tu visita. Recibí un corazón hace tres años y mi vida cambió. Ayudanos a crear conciencia en las personas para la donación de órganos. Bendice a todos los niños del Acosta Ñu y del Paraguay. ¡Te quiero mucho, papa Francisco!”, decía la carta que la pequeña Liz Marlene Ávalos Sosa (10) escribió a Jorge Bergoglio. Ella, junto con otros niños pacientes, se estuvo preparando desde hace varias semanas para recibir al líder de la Iglesia Católica.
El encuentro fue íntimo, solamente con la presencia de los familiares de los pacientes y los profesionales del hospital. Los testigos de ese recorrido lograron captar algunas imágenes en que se ve a Francisco abrazando a los niños, saludando a los padres e imponiendo las manos a muchos de ellos. Los comunicadores y fotógrafos de varios medios permanecieron fuera del predio del nosocomio, por disposición de la organización. Afuera, una multitud de fieles, tanto oriundos de San Lorenzo como de otras partes del país, esperaron ver al Papa. También había entre la gente argentinos con sus banderas. Los vecinos de la avenida De la Victoria, frente al hospital, decoraron sus casas con globos, pasacalles y banderas de Paraguay y del Vaticano.
Al término del recorrido dentro del hospital, Bergoglio habló desde la entrada del hospital ante el público. Tres niños permanecieron abrazados al Sumo Pontífice durante parte de su alocución. De hecho, su mensaje tuvo como centro a los más pequeños, a quienes puso de ejemplo a seguir. “Este es un hospital donde muchos chicos sufren, y yo quiero decirles a ustedes, mamás y papás, que rezo por ustedes y rezo por sus hijos, para que la Virgen esté muy cerca de ustedes, para que Jesús les dé la salud a sus hijos y para que ustedes tengan esa fuerza y esa constancia que solamente tienen las mamis y papis”, manifestó Francisco. “Para Jesús los chicos son muy importantes, a tal punto que nos dice a todos los grandes que ustedes en su corazón deben hacerse como los chicos para llegar al reino de los cielos”, agregó.
Le dijo a los pacientes y a sus familiares que “siempre reza por ellos”, para que tengan “la fuerza y la constancia que tienen solamente los padres y las madres”. Agradeció particularmente a los trabajadores del hospital, desde el plantel de médicos, enfermeros, y todos los que colaboran “para que un chico se cure”, dijo. “Es tan importante un niño en la vida”, resaltó.
También el papa Francisco recibió la carta del pequeño niño Pedrito Ramón, un paciente de 8 años, se alistó para recibir al religioso escribiendo una carta y haciendo un dibujo para entregarle. Sin embargo, no pudo hacerlo. El pequeño murió hace pocos días, por la aplasia medular que padecía. Era oriundo de Tobatí y desde el 24 de junio estaba en terapia intensiva del hospital. Su carta dirigida al Papa refleja su ferviente deseo de recuperarse: “Papa Francisco, chemonguera, taháma ógape. Rohayhu” (papa Franscico, cúrame para ir a mi casa. Te quiero), decía.