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La “Colección Ibáñez” de la tienda Grandes Sastrerías Robert, una marca con 70 años de trayectoria, se convirtió en un viral que dio la vuelta al mundo. Del asunto se hicieron eco medios de comunicación de España, como El Mundo, RT de Rusia y el portal argentino Infobae. “Me acaban de llamar de la BBC, pero como yo no hablo inglés van a hablar con mi hija”, señaló Roberto Espínola, propietario, en conversación con ABC Color.
La imagen fue compartida a través de las redes sociales en numerosas oportunidades desde su aparición.
Inspirado en el último caso de corrupción que sacudió al Poder Legislativo, el del diputado José María Ibáñez y sus caseros de oro, Espínola decidió crear un modelo de traje sin bolsillos, porque está ideado para la gente honesta que no necesita cargar nada en los mismos. La “colección Ibáñez” fue lanzada como parte de la campaña “Pongamos de moda la honestidad”, una acción que trata de crear conciencia sobre la manera en la que afectan a la ciudadanía los actos de corrupción y que pretende instar a que los ciudadanos levanten su voz contra este tipo de situaciones.
Espínola es de hecho uno de los líderes del grupo “Basta Ya!”, creado en Facebook hace un par de años con el objetivo de aglomerar movilizaciones contra la inseguridad. Con el tiempo decidió ampliar su espectro y dar lugar a otros reclamos, pues se habían dado cuenta que el problema de la inseguridad estaba estrechamente vinculado con la corrupción de la clase política.
“Este es un país sin oportunidades, una sociedad decadente. El mensaje que viene desde los poderes del Estado es que el que roba queda impune y no paga por eso”, señala. Ya en 2013, como repudio al blindaje que habían dado desde la Cámara de Senadores al colorado Víctor Bogado, implicado en otro sonado de corrupción, las sastrerías Robert fueron, junto a un conocido local gastronómico, los primeros en prenderse a una campaña que envolvió a cientos de locales que decidieron escrachar a los 23 legisladores que votaron por el no desafuero de su colega, cerrándoles las puertas.
Espínola consideraba que con el paso del tiempo, el repudio que había sido generalizado se fue apagando y que hacía falta reavivar la cuestión. “Somos un país con amnesia”, aseveró. Fue por ello que hace algunas semanas decidió cerrar las puertas de sus nueve tiendas, distribuidas entre Asunción y Ciudad del Este, al diputado Ibáñez, quien trató de evadir un juicio reconociendo haber estafado al Estado y ofreciendo una reposición en efectivo.
El empresario dice ser consciente de que probablemente no le afecte mucho al legislador que puede vestirse con ropa importada de alto costo, pero que él no está dispuesto a lucrar con dinero mal habido. En sus siete décadas de existencia, la empresa vistió a políticos, diplomáticos y deportistas, como las selecciones nacionales de fútbol o de pádel.
Espínola reconoció estar sorprendido por el gran impacto de esta última campaña, de hecho varios medios españoles como Antena2 le dedicaron espacios de hasta 20 minutos. El empresario aseguró que la intención de la campaña no era buscar beneficios empresariales sino tratar de crear conciencia y que la gente se despierte y comience a levantar su voz de protesta contra la corrupción.
Dice ser consciente de que probablemente lleguen represalias como consecuencia. “Estoy preparado”, finaliza.