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Según el Dr. Juan Francisco Facetti, el verdadero riesgo reside en los restos del accidente registrado en la represa de Acaray, en el año 2004, que se encuentran depositados en contenedores herméticamente cerrados en la subestática de San Lorenzo.
Explicó que los transformadores contienen un aceite compuesto de un pequeño porcentaje de policlorobifenilos (PCB) que se utilizan como aislante, pero que los residuos del accidente de Acaray contienen mayores concentraciones de PCB, con un 40 y 50 por ciento de la sustancia altamente cancerígena, conocida comercialmente como “askarel”.
Refirió que este aceite fue prohibido mundialmente en la década de los 90 debido a su peligrosidad para la salud y el medioambiente. En ese sentido, sostuvo que las centrales eléctricas de Yacyretá e Itaipú ya no cuentan con transformadores de este tipo, pero la de Acaray sí contenía porque su construcción data de la década de 1960.
Debido a la extrema peligrosidad del material, solamente países como Inglaterra, Francia y Finlandia cuentan con instalaciones preparadas para la eliminación de este aceite, lo que reduce drásticamente las posibilidades de nuestro país para desecharlo.
Un técnico de la ANDE, que prefirió mantenerse en el anonimato, aseguró que efectivamente esta subestática contiene transformadores con PCB, que fueron retirados de las columnas en administraciones anteriores y depositadas allí ante la imposibilidad de poder deshacerse de ellos.
Esto fue denunciado por nuestro diario en marzo del 2012, donde advertíamos del elevado riesgo de esta dispocición de la ANDE.
Aclaró que existen miles de transformadores allí, por lo que ahora es imposible saber si se trata de estos transformadores con el fluido tóxico los que están en llamas, pero sostuvo que de todas formas, el humo que genera el incendio es altamente nocivo para la salud.