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Un paso adelante de la comitiva judicial-policial se encuentra siempre Vilmar Acosta Marques, quien no es encontrado en ninguno de los sitios que son allanados. Se podría decir que “Neneco” es muy hábil para escurrirse de las autoridades o que tiene “campanas” que le van proporcionando la hoja de ruta que tienen la Fiscalía y la Policía. Lo cierto es que se allanaron la intendencia de Ypehu, la estancia “Dos Naciones”, propiedad de la familia Acosta Marques, y la propia vivienda particular del intendente “Neneco” Acosta y otros sitios, pero en ninguno se lo pudo encontrar.
El jefe comunal, quien se mueve por la zona, no puede ser ubicado por un grupo grande de investigadores que está compuesto por el director de Apoyo Técnico, comisario general inspector Críspulo Sotelo; el jefe del Departamento de Investigación de Delitos, comisario principal Gilberto Fleitas; Arsenio Correa, del Departamento Antinarcóticos, y el comisario César Silguero, de la División Homicidios, en tanto que los representantes del Ministerio Público que acompañaron la diligencia fueron los fiscales de Curuguaty, Néstor Cañete y Cristian Roig; el agente de Salto del Guairá, Lorenzo Lezcano, y la fiscala Antisecuestro Sandra Quiñónez.
Un gran movimiento de personas se está registrando en la región, pero “Neneco” no es encontrado. Al parecer, el intendente buscado por el doble asesinato ocurrido el jueves pasado fue tragado por la tierra o goza de la protección de personas influyentes de la región; otra hipótesis es que ya no estaría en el país y que cruzó al Brasil para esconderse. La localidad de Ypehû es fronteriza con ese país y, con el poder económico y los nexos con el submundo de la delincuencia que posee Vilmar Acosta Marques, no sería extraño que ya esté bajo la protección de algún poderoso cártel de la droga.
Se maneja que las informaciones se están filtrando y por ende esto está boicotenado los operativos fiscales. La filtración, ocurre posiblemente a través de dos vías. Por un lado, la Policía Nacional tiene los datos de los allanamientos, al igual que los juzgados. Sin embargo, en esta segunda instancia se presta la mayor atención, ya que es el primer sitio donde los fiscales deben recurrir para informar y pedir permiso sobre los allanamientos.