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La falta de agua se está sintiendo en muchas zonas del Chaco: los tajamares se están secando y las reservas de agua de lluvia se acaban. “En tierra adentro, el agua es aún más esencial y la ausencia de lluvias afecta a la vida tanto familiar como campesina”, detalló al respecto monseñor Gabriel Escobar.
El mismo relató que cuando se encuentran en estas condiciones deben trasladar agua desde el Río Paraguay, pero cuentan con un solo camión cisterna que pertenece a la Gobernación. Los chaqueños actualmente sigue nutriéndose con agua de lluvia y, ante la sequía actual, la situación va empeorando.
Monseñor opinó que todo esto es consecuencia de los cambios climáticos y la preocupación aumenta cuando se ve la alta cantidad de deforestación. Por otra parte, criticó la falta de fiscalización en las obras realizadas para distribución de agua y también construcción de rutas.
“En el caso del acueducto, partió desde Puerto Casado, pero tenemos muchos problemas con las conexiones y la calidad de los caños. Además, se ha lanzado una gran cantidad de millones pero se estancó, no llegó a Filadelfia, que era su objetivo”, detalló en contacto con ABC Cardinal.