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La tranquilidad de la noche se vio interrumpida por un alboroto, no precisamente debido a alguien que estaba ebrio por los festejos del fin de semana. Dos asaltantes ingresaron a la despensa por una puerta lateral que estaba abierta.
El solitario despensero no opuso resistencia ante el miedo de las intimidantes armas de fuego que portaban los maleantes.
Los asaltantes se alzaron con G. 2.576.000 de la recaudación de la despensa. Abandonaron el local a bordo de una moto, donde estaba el cómplice, con la convicción de que fue un golpe perfecto, mas no dimensionaron que minutos después serían alcanzados por la víctima y serían presos de un duro golpe.
Adoniesi reaccionó rápidamente y, posiblemente preso de la rabia que le significaba ser despojado del producto de un esfuerzo del día, subió a su camioneta Chevrolet y siguió a los “motochorros”.
La arriesgada persecución, donde tanto la moto como la camioneta aceleraron, tuvo un desenlace trágico y no precisamente para la víctima del atraco.
Aprovechando el gran tamaño de la camioneta, el comerciante atropelló a los ocupantes del biciclo. El impacto hizo que uno de ellos –Milciades Cuenca Martínez (28)– muriera en el hospital regional.
Los otros dos, identificados como César Osmar Arriola (20) y un menor de 17 años, quedaron gravemente lesionados y ya no tuvieron fuerza para escapar del lugar.
Sangre, dinero robado, teléfonos celulares y restos de la moto quedaron esparcidos en la calle, como muestra de la violencia que se generó 500 metros antes en el lugar del asalto.
Adoniesi Sánchez fue detenido por la Policía, para cumplir con los trámites legales. Los sobrevivientes quedaron internados en un nosocomio bajo custodia policial.
El calvario de Adoniesi Sánchez seguirá en los estrados judiciales. El fiscal Diosnel Giménez lo imputó por homicidio doloso, pero tendrá la oportunidad de justificarlo alegando que el hecho ocurrió bajo una excitación emotiva.
El despensero ya se encuentra en su domicilio, reportó el corresponsal de ABC Color Rosendo Duarte.
El fiscal tiene seis meses para concluir su investigación y el despensero tendrá que lidiar con la justicia, como víctima de un atraco y victimario.