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Lejos de la preocupación por justificar la fortuna que amasaron, el director de Aduanas y su claque ostentan sus vidas de ocio juntos. En la reciente imagen que trascendió aparecen abrazados Luis López (jefe de vista), Carlos Vaccaro Vallejos y Nelson Valiente Saucedo en una ronda de tragos entre amigos.
López, conocido como Lopito en la Aduanas, es un meritorio “mago” de las finanzas que de ser un ordenanza pasó a erigir una residencia valuada hoy en unos US$ 200.000, en épocas que tenía sueldo de G. 3,5 millones. Cuando era jefe del aeropuerto Silvio Pettirossi, Lopito firmó documento con contenido falso para conseguir carnet de ingreso a zona primaria a su amiga que fungía de aduanera, de nombre Leonor Vysokolan. Pese a ello, Valiente lo puso como jefe de los que realizan verificación de mercaderías en una de las Aduanas más codiciadas, como lo es la de Chaco'i.
Carlos Vaccaro, otro amigo de farras del primer anillo de Valiente, es otro que no supo de crisis en los últimos años. Con sueldo de G. 9 millones y una bonificación de G. 3 millones, en un año estrenó dos camionetas por valor de US$ 90.000. Convirtió su vivienda adquirida con programa de la ex Conavi en una lujosa residencia, lleva vida de magnate, viajes anuales a lugares paradisiacos, derroches en fastuosas fiestas, etc.
Valiente por su parte, meses después de ubicarse como director de Aduanas, con su esposa María Celeste Ayala al frente se adjudicaron millonarias inversiones inmobiliarias. En tiempo récord registraron una gigantesca residencia de descanso en San Bernardino y un complejo deportivo de unos US$ 1 millón en Villa Elisa erigido solo para encuentros de ocio con amigos, entre ellos sus colegas “magos” de Aduanas.