Cargando...
Con 66 votos en contra y apenas 2 en blanco, los diputados rechazaron el veto parcial del Poder Ejecutivo a la ley que plantea una jubilación del personal de blanco con 30 años de aporte y el 100% de sus haberes.
Ya durante el planteamiento de que el tema sea tratado sobre tablas se apreciaba una amplia mayoría a favor del reclamo de los médicos, lo cual se ratificó en la votación.
El diputado Raúl Latorre, también médico, el único que argumentó durante el tratamiento del tema, cuestionó al Ejecutivo, diciendo que la ley como pocas logró la unanimidad de ambas cámaras en su primer tratamiento. "Todos los parlamentarios de la República del Paraguay acompañaron esta iniciativa que no es otra cosa que un acto de justicia", dijo.
"El veto realizado (por el Ejecutivo) de ninguna manera se constituye en un veto parcial, en la práctica es un veto total que destruyó por completo y de manera absoluta el espíritu del proyecto", cuestionó Latorre.
El debate ya no fue extenso, puesto que previamente la mayoría de las bancadas adelantaron su repudio a la propuesta del Ejecutivo, por lo que se optó por llevar directamente a la votación.
La objeción parcial del Ejecutivo alude al artículo 3, inciso 2, de la citada normativa aprobada por el Congreso, que dice que, “en caso de cumplir los 60 años de edad y 30 de aporte, le corresponderá el 100% del promedio de los salarios de los 36 últimos meses anteriores al último aporte”.
La propuesta del Ejecutivo plantea que los médicos se jubilen a los 60 años de edad y 30 años de aporte, con un 75 por ciento de cobertura. Además, se tendrá en cuenta el aporte de los médicos contratados. Actualmente un médico se jubila con el 100% de sus haberes con 40 años de aporte y 60 años de edad.
La aprobación se realizó en medio de la medida de "brazos caídos" de los médicos en varios hospitales del país, como forma de presión para lograr sus reclamos. El proyecto ahora deberá ser estudiado en el Senado, que tiene sesión ordinaria mañana y también podría plantear el estudio sobre tablas. El veto, de rechazarse en la Cámara Alta, quedará sin efecto y se promulgará la versión del Congreso, la cual es defendida por los médicos.