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En contacto con ABC Cardinal, la letrada cuestionó duramente la “falta de humanidad” al no permitirle a la esposa del capo narco ingresar al recinto de máxima seguridad del país para pasar juntos su última noche en territorio paraguayo. “No dejaron que nadie se despida de él”, lamentó.
Se despachó nuevamente contra la jueza Lici Sánchez por dejar sin efecto el dudoso habeas corpus concedido a favor de Jarvis con el que intentaron frenar la extradición y por impedir la despedida de su familia. “Si la jueza Lici Sánchez está acostumbrada a avasallar, que se vea ella con su conciencia y con Dios”.
Bastante indignada, la abogada advirtió que “Dios castiga hasta la cuarta generación”, haciendo alusión a versículos de Éxodo de la Biblia, aunque aclaró que no se trataba de una amenaza contra la magistrada.
Recordó que su cliente aún guarda importantes documentos que podrían afectar al Estado paraguayo, aunque no fueron revelados. Justificó esto con palabras del propio Jarvis: “Decidí que no voy a jugar sucio como hicieron ellos. Soy un hombre de ley. Voy a guardar todas las cosas. Te prohíbo que las entregues. Entregaremos a organismos de derechos humanos, a Washington”.
Poco después de las 8:30 partió desde Paraguay el avión de la Policía Federal de Brasil con el temido narcotraficante, dando cumplimiento así a la extradición concedida por Paraguay en 2010. En su país natal le esperan otros 17 años de cárcel y dos condenas por resolverse.