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El canciller brasileño, Antonio Patriota, fue el que encabezó la delegación que saludó a Cartes en el Palacio de López.
La presidenta Rousseff se sintió mal y tuvo un pico de fiebre, por lo que fue asistida por su médico de cabecera y se recomendó que la mandataria regresara a Brasil de inmediato.
En el almuerzo en la residencia de Horario Cartes, la presidenta del Brasil no estará presente; se suma a ella la ausencia de la presidenta Cristina Fernández, quien después del saludo protocolar también retornará a su país.