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Sigue la espera por la liberación de Arlan, a tres meses de su secuestro por parte del grupo criminal autodenominado EPP. Tras cobrar el dinero por el rescate, éste se llamó a silencio y nunca más se comunicó con la familia Fick. Pese a que se pagó US$ 500.000 en efectivo y US$ 50.000 en víveres para comunidades humildes del norte del país, el menor no es puesto en libertad.
Los Fick siguen esperando el final feliz de este secuestro, pero los días corren y el menor no es libertado y su rescate está, al parecer, lejos, puesto que la Fuerza de Tarea Conjunta tampoco tiene respuestas a este caso. Desde el Gobierno, en varias oportunidades, dijeron que la vuelta de Arlan a su casa es una prioridad, pero no se evidencian adelantos en las investigaciones.
El EPP no cumplió con la familia Fick: tras cobrar el dinero del rescate, la promesa era poner en libertad a la víctima, pero esa segunda parte nunca se concretó.