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El detenido fue identificado como Luciano Quintana, médico naturalista que se expone a 12 años de prisión en caso de comprobarse su culpabilidad. Lo hallaron en una propiedad de la localidad de Tacuatí, departamento de San Pedro.
Presuntamente, el hombre lidera una gavilla integrada por otros cinco cómplices, que se dedicaban a extorsionar a la familia del colono secuestrado Abraham Fehr. Con mentiras y promesas, le habrían quitado varios pagos de alrededor de G. 2.500.000 a la familia, además, les solicitaron prendas de vestir, supuestamente para llevárselas a Abraham.
El hombre reconoció que hizo esto solo para quitar beneficios económicos, y aseguró que no es parte del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo.
Una de las cómplices de Quintana, según la investigación, es una odontóloga con rango militar, que trabaja en el Hospital Militar de Asunción. Todo apunta a que ella era quien llamaba a la familia Fehr, diciéndoles que debían confiar en Luciano Quintana, y cumplir todo lo que él pedía. Aprovechando su cargo de militar, la mujer funcionaba como una suerte de “garantía” para la familia.
El fiscal Joel Cazal encabezó el operativo. En el poder del detenido encontraron la suma de G. 7.800.000.
Según los investigadores, desde hace aproximadamente tres meses, este sujeto, con la colaboración de otras personas, extorsionaba a la familia Fehr, diciéndoles que tenía contacto con los del EPP.
Aprovechándose de la sensibilidad emocional de la familia, lograron quitarle varios pagos de G. 2.500.000, además de prendas, que ensuciaban y volvían a traer, como supuestas “pruebas de vida” de Abraham Fehr.
Incluso, los Fehr llegaron a pagar reparación de camionetas, para que los extorsionadores les llevaran a recorrer la zona boscosa donde, según ellos, se encontraba Abraham.
Incluso, para hacer aún más creíble su mentira, obligaron a un menonita a escribir una esquela, para hacerles creer que era la letra de Abraham Fehr.
El menonita buscó la manera de comunicarse con el hermano del secuestrado, y le reveló que alguien le estaba presionando para escribir notas. Recién en ese momento la familia se percató de que todo se trataba de una estafa, y realizaron la denuncia.
En total, fueron cuatro los allanamientos que se realizaron, todos por extorsión, tanto a la familia Fehr como a los propietarios de la estancia Lagunita.
En el departamento de San Pedro, se allanaron viviendas en General Resquín y Tacuatí, mientras que en el departamento de Concepción, se allanaron dos viviendas en Horqueta, todos para buscar a presuntos extorsionadores, de los que la Fiscalía ya venía manejando sospechas desde hace poco.
Con relación al allanamiento encabezado por el fiscal antisecuestros Joel Cazal en el distrito de Horqueta, el objetivo era encontrar a Gabriel Argüello, un médico naturalista sospechado de extorsionar sistemáticamente a la familia Fehr, haciéndose pasar por miembros del EPP. Inclusive les llegó a sacar sumas de dinero. Los investigadores no lograron dar con él.
Por otra parte, el fiscal antisecuestros Alberto Torres encabezó otro operativo también por extorsión en el distrito de General Resquín, departamento de San Pedro.
El objetivo de este operativo era dar con Teresio Bogado Suárez, quien tiene antecedentes por extorsión en Ciudad del Este. El hombre está sindicado como supuesto responsable de exigir US$ 150.000 a propietarios de la Estancia Lagunita, ubicada en General Resquín.
Entregaban manuscritos con siglas del EPP en el que describían amenazas en forma sistemática, emulando el accionar del grupo armado. Incluso, el hombre se hacía pasar por Manuel Cristaldo Mieres. No se pudo dar con Bogado.
Los investigadores aseguran que en todos, los extorsionadores no tienen vínculos con el grupo armado.
La extorsión a menonitas y grandes ganaderos de San Pedro y Concepción es una constante. Muchas de las víctimas, por temor, pagan y guardan silencio, y solo unas pocas se atreven a denunciar.
Abraham Fehr fue secuestrado el 8 de agosto del año 2015 por un grupo armado que ingresó a una estancia en la zona de Tacuatí, departamento de San Pedro, y se llevó al hombre. Por su rescate pidieron el pago de US$ 500.000, monto que hace semanas la familia de la víctima confirmó que pagó el 18 de agosto, pero hasta el momento los delincuentes no cumplieron con dejarlo libre.
Es más, el EPP ni siquiera envió una prueba de vida del colono retenido, tampoco volvió a comunicarse con la familia Fehr; igual situación se había dado con el joven Arlan Fick, cuya familia pagó de inmediato todo el dinero requerido por la banda criminal y recién después de ocho meses lo liberaron.