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Aquello que no quedó registrado en video o en fotografía es lo que más preocupación causa en estos momentos y, pese a que pudo ser evitada, la violencia se impuso en los sucesos del viernes.
“El trabajo empezó el viernes. Los comisionados se acercaron a hablar con la Policía para evitar situaciones de violencia; de igual manera, los resultados fueron otros. La reacción de la Policía fue bastante violenta”, dijo a ABC Color Dante Leguizamón, comisionado del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP).
Los relatos que captaron de los detenidos en la Agrupación Especializada dibujan un panorama que debe ser investigado pronto: hechos de tortura perpetrados durante el arresto e incluso en las dependencias de la Policía adonde fueron derivados.
”Varias personas aprehendidas fueron golpeadas posterior a haberse entregado, después de haberse puesto a disposición”. Pese a estar desarmados y no oponer resistencia, algunos contaron que fueron tomados del cuello y neutralizados a golpes. Muchos fueron sacados de estaciones de servicio –donde intentaron resguardarse– a la fuerza.
La brutalidad policial no acabó en las detenciones, sino que se extendió a los momentos posteriores. Víctimas contaron que al ser metidas en las patrulleras eran insultadas y golpeadas todo el camino hasta la Comisaría 3ª o hasta la sede de la Policía Urbana. Algunos incluso fueron trasladados a pie, también siendo agredidos en el trayecto.
De los más de 200 detenidos, solo sobre siete pesan sospechas de participación en saqueos y uno por portación ilegal de armas y por ello ya fueron imputados; sin embargo, muchas de las aprehensiones se realizaron de forma totalmente arbitraria.
En la propia Comandancia de la Policía Nacional y en la sede de la Policía Urbana, ciudadanos fueron víctimas de agresión física por parte de los uniformados, de acuerdo a varias versiones. Los que decidieron contar su historia presentaban heridas por balines de goma, por cuyas características se puede deducir que fueron realizados a muy corta distancia, es decir, a quemarropa. Un estudiante de veterinaria perdió el ojo y otro tenía balines incrustados en los pulmones, de acuerdo a los informes médicos.
Los comisionados relevaron relatos bastante llamativos, que ponen en el ojo de la tormenta a la sede de la Policía Urbana. Según contaron los que fueron derivados hasta ese sitio, ubicado sobre Constitución Nacional.
“Unos diez policías hacían una especie de túnel, donde los detenidos eran golpeados al ingreso de ese lugar. Luego, los hacían tirarse al suelo y si miraban o levantaban la cabeza eran pateados, golpeados con tonfas o recibían culatazos. Después de un largo tiempo eran registrados y llevados a la Agrupación Especializada”, cuenta Leguizamón, haciendo referencia a los testimonios que le tocó escuchar.
Los comisionados del MNP documentaron todos los testimonios de los aprehendidos y los anexarán, junto con fotografías e informes médicos, a la denuncia que presentarán ante la Unidad Especializada de Derechos Humanos del Ministerio Público, para exigir una investigación sobre los posibles hechos de tortura en sedes policiales y la brutalidad empleada por los agentes.