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De Vargas afirmó que –según indicios y elementos hallados- miembros EPP posiblemente fueron responsables del atentado mortal contra dos suboficiales de la Policía Nacional, a quienes ejecutaron para posteriormente quemar la patrullera en la que se desplazaban.
Mencionó que este atentado se produce a aproximadamente 10 kilómetros del último ataque atribuido al grupo criminal, registrado en marzo pasado en el Establecimiento Alegría, donde perdieran la vida tres empleados de un recinto ganadero. “Esto supone y se interpreta como un claro desplazamiento del grupo criminal hacia la zona noreste del país, hacia el departamento de Amambay, hacia la zona donde se sabe se han producido las mayores incautaciones y procedimientos de erradicación de cultivos de marihuana”, reflexionó. Acotó que esto refuerza la teoría -que siempre se ha esbozado- de una clara asociación entre grupos de narcotraficantes y los miembros del EPP.
El titular de la seguridad interna del país habló además sobre la muerte de suboficial principal de Orden y Seguridad Adalberto Candia, y el Suboficial primero Egidio Ramón Chávez, quienes prestaban servicio en la Comisaría de Aguará. Recordó que ambos fueron emboscados en un camino vecinal que une las localidades de Capitán Bado y Río Verde, en zona de Colonia Pacola, a 25 kilómetros del límite entre los departamentos de San Pedro y Amambay.
De Vargas señaló que también se toma en cuenta la forma en que fueron encontrados los cuerpos de los agentes abatidos, sobre todo uno de ellos, que tenía los dedos entrelazados y las manos sobre la cabeza, demostrando que se trató de una “ejecución cobarde”, según calificó el ministro.
Relató que ambos agentes se trasladaron hasta la zona de Río Verde, donde habían dejado al comisario Juan Carlos Cabrera -jefe de la Comisaría de Aguará-, quien terminaba su servicio, disponiéndose regresar a Asunción. Lo estaba relevando el subjefe de dicha comisaría, el Suboficial Egidio Chávez.
“Eso ocurrió entre las 17:30 y 18:00 aproximadamente, según el propio relato del comisario Cabrera. Luego de hacerse ese relevo, los dos suboficiales regresaban hacia su destino, la comisaría de Aguará, y en el trayecto fueron emboscados por los que se presume serían miembros del EPP, en una cantidad de entre seis y ocho personas”, indicó el ministro De Vargas. Se efectuaron disparos de armas de fuego contra la patrullera y en el lugar fueron recogidas 50 vainillas servidas aproximadamente de los calibres 7,62; 5,56 y 9 milímetros.
Los cuerpos fueron hallados fuera de la patrullera que fue totalmente quemada, no así los cuerpos. “Uno de los cuerpos fue encontrado al frente de la patrullera con los dedos entrelazados, boca abajo, con disparos en la nuca. El otro, a unos 4 o 5 metros del lado izquierdo de la patrullera; era el subjefe que estaba tomando su servicio; estaba con ropa particular, con tres disparos aproximadamente, por lo que se presume que trató de huir”, aseveró el ministro del Interior.
Sostuvo que, ya con la luz del día y tomando cuidados extremos, agentes de la FTC encontraron el campamento a 200 metros del lugar del atentado y el puesto de observación camuflado por la vegetación, ubicado sobre la ruta. El campamento se encontraba rodeado de trampas explosivas, pero no “cazabobos”, sino con explosivos plásticos y metrallas de hierro, direccionados, del tipo tubular, preparados para que se activen y detonen al pasar cualquier persona.
“Esto estaba preparado para emboscar a los agentes que intentaran ingresar al campamento a la noche, por lo que hay que entender que no se puede hacer -en una primera instancia- una persecución inmediata como de repente se pretende, ya que lo único que ello acarrearía es la pérdida de más vidas humanas”, señaló el ministro durante la conferencia de prensa. Precisó que en el campamento también fueron encontrados los efectos personales de uno de los policías abatidos.
Aclaró que no hay testigos presenciales del hecho, no hay ningún panfleto, comunicado o declaración en la cual se adjudican el ataque, pero por la forma de la ejecución y por la calidad de las víctimas la presunción más fuerte es hasta este momento que se trata del grupo criminal.
Indicó que en el área aún se encuentran trabajando miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta, con el debido cuidado, “porque está comprobado que estos criminales siempre cubren su huida con trampas y explosivos, y lo que menos queremos es que se pierdan más vidas humanas de las que ya se han perdido”, subrayó.
Acotó además que -de acuerdo a los elementos incautados- difícilmente los del EPP pudieron haber pre-planificado el atentado, salvo que tuvieran la información de que por ahí iba a pasar la patrullera. “Por eso, la presunción más fuerte es que los vieron de ida -cuando iban a dejar al comisario Cabrera- y luego planificaron inmediatamente el ataque al regreso de la misma”. No se descarta que el atentado se haya producido como una forma del EPP de llamar la atención, aprovechando la presencia del papa Francisco en nuestro país.
Por su parte el comandante de la Policía, Críspulo Sotelo, indicó que están realizando todo el esfuerzo para encontrar a los criminales. “Sinceramente estamos muy adoloridos, no es fácil la tarea pero los profesionales ya están trabajando. Son criminales, no tienen ningún apego a la vida. Lamentablemente utilizaron todas las herramientas para matar a personas inocentes”, según informó la periodista de ABC TV, Gabriela González Escalada.