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Desde hace tres años, Bruno Saldaña, estudiante de cuarto año de la carrera de Medicina, se desempeñaba como funcionario del área de admisión de Urgencias de la Fundación Tesãi, dependiente de la Itaipú Binacional.
Este miércoles circuló una planilla con el logo “Que la gente decida”, y les pidieron a todos firmarla. Él se negó a rubricar, y dos horas después, lo llamaron de Recursos Humanos para notificarle que estaba desvinculado del equipo.
El joven de 30 años, quien es padre de tres hijos y el sostén de una familia, contó a ABC Color que coincidentemente su contrato también había culminado en diciembre, pero estaba seguro de que se lo renovarían, pues no le notificaron de ninguna desvinculación en el último mes del año. “Cuando no se te notifica el término del contrato, se supone que sigue el contrato por un año más”, refirió el estudiante.
Sin embargo, coincidentemente con su negativa, le comunicaron su desvinculación sin darle justificación alguna.
Bruno asegura que no accionará judicialmente, pues sabe que saldrá perdiendo. “Ellos simplemente van a decir que mi contrato venció, pero los hechos dan a entender el verdadero motivo de la decisión”, declaró Saldaña, quien escribió con marcador la frase ¡yo no firmé! en la notificación de despido que le dieron.
El joven, quien admitió ser del Partido Colorado pero contrario al cartismo, reveló que los directivos de la Fundación Tesãi ya lo habían llamado en tres oportunidades, pidiéndole que deje de escribir críticas en su muro de Facebook, así como en otros espacios de prensa local.
“Ya me había dicho el licenciado Jorge Frutos, uno de los directivos, que si seguía escribiendo me iban a echar, que no podía patear contra mi olla, que pensara en mis hijos, que este es el gobierno que me estaba dando trabajo”, recordó Bruno.
Sin embargo, él siguió con su postura de crítica libre, e incluso ventiló la advertencia que le habían dicho, lamentando que estén “jugando con el estómago de sus hijos”, al amenazarlo con un despido, y violando así su derecho constitucional.
Bruno dijo estar seguro de que la molestia por parte de los directivos viene de tiempo atrás, pues desde hace mucho él realiza fuertes críticas al gobierno en sus redes, así como en la columna de opinión que tiene en un medio local.
El joven aseguró que no es un activista político ni está en ningún equipo interno dentro del partido colorado. Simplemente, se define como un colorado de doctrina y convicción, en desacuerdo con el cartismo.
“Acá hay una nueva bandera política que es el cartismo, que no tiene nada que ver con el coloradismo”, aseveró.
La Fundación Tesãi recibe fondos para brindar servicios médicos a los funcionarios de Itaipú.