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“¡Patria querida, somos tu esperanza, somos la flor de un bello porvenir!”, retumbaba en las voces de decenas de alumnos sobre la calle Cerro Corá casi Brasil, frente al colegio que marcó el inicio de las protestas estudiantiles.
Con banderas, letreros, voces agotadas pero rostros felices, al paso de bandas estudiantiles prolijamente uniformadas y al ritmo de instrumentos de percusión se puso punto final a la toma de más de un centenar de instituciones educativas en todo el país, que lograron su objetivo principal: la renuncia de Marta Lafuente, exministra de Educación acusada de hechos de corrupción y sobrefacturación.
Posteriormente, un grupo de estudiantes de secundaria se dispuso a marchar hasta la sede del Ministerio de Educación y Cultura, como broche de las actividades que se iniciaron en la mañana del pasado martes. Mientras tanto, estudiantes de otras instituciones se mantienen movilizados en sus respectivos colegios, pese a que el primer objetivo fue conseguido.
Existen posturas dispares sobre la determinación que tomarán, pues ahora exigen un compromiso firmado por el propio presidente Horacio Cartes. De momento, se desconoce quién asumirá la cartera de Educación y, si bien han surgido varios posibles candidatos, el mandatario todavía no ha escogido al sucesor de Lafuente.