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Con 47 votos, la Cámara de Diputados concedió el permiso al diputado Ulises Quintana sin goce de sueldo, puesto que él cuenta con prisión preventiva mientras dure el proceso en su contra por un supuesto vínculo con la red de narcotráfico de Javier Cabaña Santacruz, alias Cucho.
Tras el cómputo de los votos, inmediatamente pasó a jurar en su reemplazo María Rocío Abed de Zacarías, esposa del diputado Justo Zacarías Irún.
Abed, por su parte, manifestó que son muchos los integrantes del clan Zacarías que trabajan desde hace mucho tiempo. "Todos tenemos un objetivo: el bien común de los habitantes de Alto Paraná", expresó.
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"Hago votos porque todos hagamos bien nuestro trabajo: nosotros, los fiscales y jueces sin dejar de avasallarse, con la mayor objetividad", agregó.
Entretanto, Quintana ya contaba con la suspensión de sus fueros, es decir, la pérdida de su inmunidad legislativa para ser procesado judicialmente. En ese marco, ayer, el legislador colorado remitió una nota escrita al titular de la Cámara Baja, Miguel Cuevas, para pedir permiso para ausentarse en las sesiones. En el documento, insistió en que no correspondía la medida de prisión preventiva.
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Algunos legisladores que se opusieron alegaron que el permiso se otorga solo cuando un legislador asumirá cargos diplomáticos o serán ministros, no para estar preso. Alegan que el problema de Quintana no es la inhabilidad, sino la imposibilidad de acudir al Congreso por tener prisión preventiva.
El parlamentario está imputado por tráfico de drogas en carácter de cómplice, tráfico de influencia, asociación criminal, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
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