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El “llamativo” documento, al cual tuvo acceso ABC Color, lleva en la parte superior de la hoja, los emblemas del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y del Gobierno de turno. Fue entregado en instituciones educativas – públicas y privadas – sin previo aviso o informes por parte de la citada cartera de Estado.
En la primera, de las cuatro hojas, del “Formulario de Registro Único de Estudiante del año 2016”, se menciona que los datos solicitados pueden ser ingresados vía web o bien, completando el documento. También indica que “los datos suministrados tienen carácter de declaración jurada” y que los datos obtenidos se utilizarán “para fines de diseño y ejecución de políticas públicas educativas y sociales”.
Con las preguntas que figuran en las páginas que hacen al documento, el MEC pretende acceder a datos socioeconómicos de familias de estudiantes de los niveles: inicial, escolar básica, media e inclusiva, a través de una serie de preguntas. De acuerdo a lo indicado por el ministro Enrique Riera, todos los datos “son censales”.
En la primera parte solicitan datos del estudiante como datos de la inscripción y datos personales del alumno: nombre, apellido, fecha de nacimiento, número de documento, localidad de residencia, nombre de la institución a la que asiste, turno, nivel de educación.
Posteriormente se ubica en el contexto familiar, pidiendo especificar con quiénes vive el estudiante; los datos personales (nombre y apellido) del padre y de la madre, contacto con estos; nivel de educación; hasta la ocupación laboral tienen los mismos los progenitores del estudiante.
En otro apartado hace referencia a datos de la vivienda en la que reside el alumno, desde cuántas personas la habitan, pasando por la cantidad de dormitorios con la que cuenta y el tipo de material con el que fue construida, hasta los electrodomésticos que la familia tiene. Al completar el documento se debe especificar llenando casillas.
Incluso en otro de los puntos, en la última página, piden conocer la forma de traslado empleada por el estudiante y el tiempo de desplazamiento de este hasta llegar a la institución educativa. La repentina llegada de este formulario a las manos de los padres generando mucha molestia y sospechas.
La directora general de Planificación del Ministerio de Educación (MEC), Celeste Mancüello, señaló que el objetivo de la documentación es identificar factores que inciden en la repitencia y en la deserción de estudiantes, de manera a que el Ministerio tome acciones preventivas y se puede disminuir la cantidad de alumnos en estas situaciones.
Señaló además que con las consultas se buscan formar políticas educativas dirigidas a acciones vulnerables.
Se le consultó a la funcionaria cuál es el objetivo de realizar preguntas tan detalladas y personales, y además de todo, identificar a las familias participantes de la encuesta, teniendo en cuenta que los perfiles socioeconómicos deberían ser anónimos, Mancüello respondió que el motivo es conocer el nivel económico, de manera a brindar algún tipo de oferta académica, como becas, en el futuro. Además, apuntó que el alumno ya no tendrá que hacer el procedimiento anual de matriculación, pues ya se contará con la información en el sistema.
Muchos son los padres que no están en desacuerdo con brindar datos tan privados, como sus números de teléfono y el tipo de trabajo que realizan. La propia funcionaria confirmó que hay colegios privados que se están rehusando a responder el cuestionario, principalmente en lo que se refiere a características del hogar. “Estos ítems no son obligatorios para los colegios privados. Los padres se rehúsan a compartir esta información”, nos dijo la funcionaria.
Cuando se le cuestionó por qué los estudiantes más humildes sí están obligados a responder sobre las condiciones de sus hogares, se desdijo de lo mencionado, asegurando que el MEC no ha tenido ningún reclamo oficial de parte de padres.