Fernández tuvo ese gesto tras subir al altar junto a su homólogo paraguayo, Horacio Cartes, otro de los asistentes a esa liturgia, a la que asistieron decenas de miles de personas.
La mandataria argentina, que llegó el sábado a Asunción, también se acercó a saludar y besar a un grupo de compatriotas llegados al vecino país para escuchar a Francisco, quien esta tarde abandonará Paraguay.
Fernández había sido invitada por Cartes a desplazarse a Paraguay con motivo de la visita del papa, el último punto de una gira latinoamericana que le condujo también a Ecuador y Bolivia.
Fue la única mandataria extranjera en ese acto.
Antes de partir, al Papa le espera un encuentro masivo con jóvenes en la Costanera, el paseo fluvial de Asunción.
Francisco es el segundo papa que visita Paraguay, tras la estancia de Juan Pablo II, en 1988.