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El dueño de la parcela dijo que logró esto gracias a una práctica de cobertura de suelo con abonos naturales, revelando el secreto a los curiosos lugareños que quedaron asombrados.
Un terreno que no supera los 15 metros cuadrados es el patio del profesor Pascual Caballero. En él, tiene una novedosa variedad de mandioca a la que los lugareños la llaman “cáno pytâ”.
Según los profesionales de la agricultura agroecológica de la zona, el logro de una raíz de 12 kilos es normal con esta variedad, si al suelo se aplican abundantes abonos orgánicos y si la producción logra pasar más de un año en la chacra.
De acuerdo a lo expresado por el dueño, las 40 plantas que tiene en su pequeño mandiocal tendrían las mismas medidas y pesos, agregando además que realizo una plantación directa hace más de un año.
Caballero manifestó además que facilitará las semillas de la variedad a los sorprendidos vecinos de su barrio, para que las prueben en sus patios baldíos.