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Gattini dijo a Reuters que, de acuerdo con las expectativas iniciales, la producción será “al menos igual” que la cosecha 2012-2013, asumiendo que el clima acompañe el desarrollo del cultivo.
“El supuesto es que el clima permita esto. El esfuerzo se va a hacer para lograr de vuelta eso”, dijo el ministro y agregó que la expectativa para el área de siembra en este ciclo es “igual o mayor” que la del período anterior.
La siembra se inicia a finales de septiembre, en un ciclo que se extiende hasta mediados de marzo. Paraguay es el cuarto exportador mundial de soja pero su producción es bastante menor a la de sus vecinos Argentina y Brasil.
El ciclo 2012-2013 marcó un récord en producción, en un área de siembra de 3,1 millones de hectáreas. Las exportaciones de semillas de soja sumaron 2.400 millones de dólares entre enero y agosto de este año, un negocio que es controlado principalmente por las multinacionales ADM, Cargill, LDC y Bunge.
Empresas como ADM, Bunge y LDC invirtieron millones de dólares en los últimos años para instalar también grandes plantas procesadoras en el país.
Gattini, quien asumió el cargo el 15 de agosto tras la llegada del conservador Horacio Cartes al poder, manifestó que el Estado no interferirá en el negocio de la soja sino que cooperará con el sector privado dando a los productores información principalmente referente al clima.
“Ellos tienen capacidad de gestión propia. Sí, estamos trabajando juntos en el pronóstico del clima y vamos a proveer de información certera respecto a eso, fortaleciendo las estaciones meteorológicas”, aseguró el secretario de Estado.
Gattini indicó que el ministerio normalmente acompaña la evaluación de la campaña agrícola que realizan los gremios de productores. No obstante, el sector privado aún no ha divulgado sus proyecciones para el próximo ciclo.
Los grandes y medianos productores de la oleaginosa están en el centro de una polémica por la modificación de un impuesto que afectaría sus ingresos, que el Gobierno considera necesario para equilibrar las finanzas estatales.
La superficie destinada a la siembra de soja se duplicó en la última década, en tanto el rendimiento promedio de los cultivos pasó de unos 2 a cerca de 2,5 toneladas por hectárea.
El ciclo anterior alcanzó un rendimiento promedio de casi 3 toneladas por hectárea, impulsado por el clima favorable en la mayoría de las regiones productoras en el sureste del país.
En el ciclo 2011-2012, los agricultores obtuvieron apenas unas 4,1 millones de toneladas de la oleaginosa debido a una fuerte sequía que redujo los rendimientos.