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Si bien no le alcanzó para ocupar un curul en la cámara de Senadores, los 25.072 votos que obtuvo el arquitecto y líder indígena Gerónimo Ayala (37) revelaron una gran sorpresa tanto para él como para los admiradores del proceso democrático.
Siendo un perfil completamente nuevo en política, y, como él mismo define, sin estructura ni recursos para solventar una campaña masiva, Gerónimo se sorprendió incluso a sí mismo cuando, tras la difusión de los resultados, encontró que más de 25.000 personas habían apostado por su figura como aspirante al Senado sin más motivación que el voto a consciencia y el deseo de darle una oportunidad a representantes con nuevas ideas para legislar.
En entrevista con ABC Color, Gerónimo confesó que se sintió orgulloso de haber quedado por arriba de figuras consideradas “de peso pesado” en política, como el actual senador Adolfo Ferreiro, quien aspiraba al rekutu, que logró 9.359 votos, y el siempre polémico Camilo Soares, quien reunió 14.649 votos.
Incluso, a Gerónimo le sorprendió quedar por encima de la icónica Josefina Duarte, del Partido Revolucionario Febrerista (PRF), quien obtuvo 14.305 votos, y del experimentado Carlos Amarilla, quien convenció a 9.347 votantes.
Pero más allá de la satisfacción personal, al líder indígena le llena de esperanzas que “la gente esté aprendiendo a elegir, eso es lo más importante”, expresó.
Recordó que durante la campaña electoral, el mayor obstáculo con el cual se encontraron fue la limitación de recursos económicos.
“Me llamaban de todas partes del país, pero por cuestiones económicas no pudimos llegar para reunirnos con mucha gente que nos esperaba para contarles sobre nuestras propuestas”, contó.
Confesó que, en su foro interno, siempre fue consciente de que estaba yendo a las urnas con un movimiento nuevo, sin estructura, por lo que el 22 de abril se preparó más que cualquier cosa para “medir la representación de la gente”, comentó. “Como movimiento no teníamos estructura para cubrir todas las mesas de votación, para controlar nuestros votos”, agregó.
Rememoró también que en diversas ocasiones, para cubrir los gastos básicos de traslado, volantes y remeras, recurrieron a la realización de polladas, asados y otras actividades de recaudación.
Más allá de todo, Gerónimo no considera necesario utilizar la palabra derrota, pues para él, así como para su equipo, esto fue una gran victoria, una muestra clara de que tienen la confianza de la gente y que, con un poco más de estructura y experiencia, lograrán hacer llegar sus propuestas y proyectos desde cerca, a través de la representación legislativa.
Lo primero que Gerónimo tiene definido como siguiente aspiración en el camino político es convertir su movimiento en un partido.
De ahí, nos adelantó, apuntará a las elecciones municipales, aunque no se animó aún a especificarnos mayores datos sobre el cargo para el que se postulará.
Entre risas, Ayala recuerda que ni siquiera tuvo dinero para mandar a hacer una gigantografía, sin embargo, le conmueve saber que alcanzó esa cifra de votos sin que le pidieran nada a cambio.
“Conseguir esa cantidad hace ver que la democracia se está fortaleciendo de a poco”, opinó el líder indígena, quien es arquitecto y tiene un posgrado en didáctica universitaria.
Además, formó parte de la delegación de pueblos indígenas en Europa y fue panelista de cultura y arquitectura en Francia y España. Siempre estuvo muy involucrado en la organización indígena y es nativo del pueblo Mbya Guaraní, que habita en el departamento de Itapúa.