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Fue su propia madre la que llamó a la Policía cuando éste regresó a casa. Con pinceles de color rojo y marrón, el adolescente confesó en una carta de dos hojas haber asesinado a la mujer. Actuó bajo amenaza de sus amigos, afirma, informó Emilce Ramírez, corresponsal de ABC Color.
El menor se encontraba prófugo desde el día del hallazgo del cuerpo de Severiana Acosta de Paredes (63), encontrado a un costado en un camino vecinal la mañana del Día de Reyes Magos. El menor ya había conseguido escapar la primera vez que se lo fue a buscar a su casa, aquel viernes 6 de enero, pero se entregó en esta oportunidad a la Policía sin oponer mayor resistencia.
La madre también indicó a los intervinientes dónde recoger más evidencias sobre el brutal crimen: unas zapatillas de goma de color negro con rojo, una gorra de lana color negro, una camisa a cuadros de mangas largas y un short de color negro con franja blanca que fueron arrojados en un yuyal.
El fiscal Guillermo Ortega dispuso que el menor sea trasladado a la comisaría Ñuati, en donde permanece en calidad de aprehendido a disposición del Ministerio Público.
La señora Acosta Barressi (63), según testimonios, salió de su vivienda cerca de las 21:00 de la víspera de Reyes Magos. Pese a su avanzada edad, iba todos los años a cumplir con esta vieja tradición de recorrer pesebres de su vecindario, una práctica casi olvidada en nuestros tiempos.
Aquella noche no regresó a su casa. Un vecino reportó el hallazgo del cuerpo cerca de las 14:00 del viernes, sobre la Calle 8. Presenta golpes en la cabeza hechos con un objeto contundente.