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El hecho de agresión a un hincha del Club Nacional había ocurrido el 28 de junio del año 2013, cuando durante un partido, Carlos Aquiles Báez, quien se encontraba en la barra de Cerro Porteño, cruzó un vallado de seguridad y aplicó golpes al aficionado de Nacional. Por este hecho lo condenaron este miércoles a tres años y seis meses de prisión.
Este es solo uno de los numerosos hechos de agresión y que pesan en su contra. De hecho, antes de esta condena, Aquiles ya se encontraba guardando prisión domiciliaria por haber apedreado a un ómnibus en las calles Colón y Francisco Acuña de Figueroa. Este hecho ocurrió el 1 de marzo del año pasado.
Las figuras penales por las cuáles se lo condenó fueron Perturbación a la Paz Pública y Violencia en los estadios de fútbol.
Por la causa por la que fue condenado este miércoles, Aquiles había obtenido anteriormente libertad ambulatoria, pero, teniendo en cuenta que ya estaba cumpliendo prisión domiciliaria por apedrear a un bus, se le mantendrá la medida.
No hay un tiempo establecido para que la sentencia quede firme. Todo depende de la resolución de la Corte Suprema de Justicia. Cuando la Corte de ratifique en segunda y tercera instancia, Aquiles deberá ser trasladado a la Penitenciaría de Tacumbú.
El Tribunal de Sentencia que condenó a Aquiles fue presidido por Olga Ruiz, y los integrantes son Digno Arnaldo Fleitas y Fabián Weingensee.
Báez cuenta con varios antecedentes por hechos de violencia a lo largo de los años, no solo como ciudadano sino también como futbolista y barrabrava. Por el caso de agresión al hincha de Nacional, el fiscal Christian Bernal lo imputó y ordenó su captura. Además, pidió al juzgado que pasara a la cárcel de Tacumbú. Sin embargo, el juez Miguel Tadeo Fernández no tuvo en cuenta los antecedentes ni tampoco reparó en el pedido de Bernal, por lo que Carlos Báez fue beneficiado con medidas para evitar la cárcel.
En julio de ese mismo año, el fiscal Emilio Fúster pidió la prisión para el exjugador de Cerro Porteño, pero el juez Fernández consideró que la prohibición de acercarse a los estadios de fútbol junto con otras medidas alternativas a la prisión serían suficiente. Ya en 2014, pesó otra acusación contra “Aquiles” por declaraciones amenazantes y ofensivas realizadas mediante mensajes de voz a través de WhatsApp contra un hincha del Olimpia.
Posteriormente, el 1 de marzo del año pasado, Carlos Báez apedreó un ómnibus sobre la avenida Colón casi Francisco Acuña de Figueroa, por lo que en setiembre de ese año fue imputado y también se emitió el pedido para que enfrente juicio oral y público. El requerimiento fue presentado ante el Juzgado a cargo de Miguel Tadeo Fernández. Al cabo de un mes, el citado magistrado, tras la audiencia preliminar al barrabrava, resolvió laprohibición contra éste de ingresar al estadio cuando juega Cerro Porteño por el plazo de 2 años y que se presente en la comisaría de su zona 15 minutos antes del encuentro y se retire 15 minutos después de haber concluido el mismo.
En la noche del pasado 5 de mayo, un grupo de simpatizantes del Olimpia pasaba frente a la casa de Báez, situada en barrio Obrero de la capital. En ese momento salieron de la propiedad el exjugador y otras cinco personas, una de ellas con la escopeta. La persona armada, que fue individualizada por la Fiscalía como Carlos Báez a través de las imágenes de las cámaras del Sistema 911, se ubicó a una distancia prudencial de los olimpistas y realizó disparos contra ellos. Posteriormente, las víctimas huyeron del lugar y realizaron la denuncia ante la Policía.