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En entrevista con Radio Canal 100, el jefe policial relató cómo se desarrolló el procedimiento que involucra a los concejales. Inclusive, confirmó que un policía también resguardaba el traslado de la droga. Se trata de un agente de apellido Arévalos, quien fungía de custodio de Quevedo Isnardi. Todo esto se detalla además en un informe de la Policía Nacional enviado a la Fiscalía y al que accedió ABC Color.
El titular de Antinarcóticos confirmó que todo lo ocurrido está detallado en un informe dirigido a la fiscala Camila Rojas. El procedimiento fue realizado el sábado último, en la zona cercana a la estancia Kamba Kua, situada en la Colonia Fortuna Guazú, del distrito de Zanja Pyuta, departamento de Amambay.
El procedimiento propiamente dicho se inició a las 14:30, cuando salieron dos agentes con un vehículo particular camino a Fortuna Guazú, ya que se manejaba datos de que una aeronave habría aterrizado en una reserva y que desconocidos estarían trasladando hasta la ciudad un cargamento de estupefacientes. Cuando estos policías ingresaron a la colonia, solicitaron el apoyo de dos efectivos más que se encontraban en la oficina regional. El primer grupo llegó hasta el sitio en otro vehículo particular.
Cerca de las 15:50 se encontraron con una camioneta de marca Nissan, de color negro. Los agentes policiales detuvieron el vehículo y descendieron para realizar la identificación de los pasajeros. Sin embargo, tres de los ocupantes de la camioneta bajaron del vehículo con armas largas en la mano, diciendo que no permitirían la verificación del rodado, ya que se era propiedad de “autoridades departamentales”, detalla el informe. Los hombres les dijeron a los policías que si no se daban la vuelta y regresaban, habría “trágicas consecuencias”.
Ante esta situación, el segundo equipo de agentes que estaba llegando al lugar decidió regresar por más refuerzos. Sin embargo, tardaron más de lo previsto debido a que la patrullera en la que se debían trasladar registró una avería mecánica. Los cuatro policías verificaron entonces la carrocería del rodado, que estaba vacía. Los que se trasladaban en el vehículo tampoco exhibieron sus documentos de identidad, ya que aseguraban que tenían las armas para proteger a autoridades departamentales.
El informe indica que “a simple vista” se identificó a los concejales departamentales y al policía Arévalos. “Al no tener nada a bordo, excepto las armas, y sabiendo que se trataba de personas públicas (…) se los dejó pasar”, indica el mismo informe. Sin embargo, ante la actuación sospechosa de los mismos, puesto que se negaron en un primer momento a la verificación, se solicitó otra dotación de agentes para verificar la zona. Cuando llegaron los refuerzos, el primer equipo volvió a dirigirse hacia la colonia Fortuna Guazú.
Unos metros antes de alcanzar el primer punto de encuentro, detectaron pisadas y desmoronamiento de barrancos, como si un grupo hubiera ingresado a la propiedad adyacente al camino vecinal arrastrando cargas pesadas. Decidieron vigilar el lugar hasta la llegada de más agentes. Con el equipo completo, se verifican los rastros que llegan hasta un matorral donde estaban ocultas cuatro bolsas con presunta cocaína.
Entonces, se solicitó apoyo de agentes del GEO. Se recorrió además otros 500 metros a la redonda y se hallaron otras dos bolsas con la misma droga. Ya con la presencia de representantes del Ministerio Público, se incautan las evidencias para su traslado a la oficina regional, finaliza el informe. Según un primer informe de Antinarcóticos dado a conocer ayer, en total había 252 kilos de la droga.
Báez dijo que los agentes que realizaron el procedimiento solicitaron garantías ante la actitud amenazante de los presuntos involucrados, quienes en todo momento hablaron -con armas en mano- de que habría consecuencias. “Por supuesto que a muchos les va a molestar. Se busca desacreditar procedimientos. Por eso nos tienen en el cargo, es probable que estemos dando resultados. Hay muchos sinsabores; es muy peligroso”, indicó el jefe Antinarcóticos.