Cargando...
Pato Branco es una ciudad ubicada al sudoeste del Estado del Paraná, a unos 100 kilómetros de la frontera con Argentina. Con unos 78.000 habitantes, Pato Branco pueda considerarse pequeña, en comparación a otras ciudades del Brasil. Esta mañana, la tranquilidad de este pueblo cuya economía gira en torno a la agricultura y ganadería y que tiene en los futbolistas Alexander (Pato) y Rogério Ceni como los máximos ídolos deportivos, se vio afectada por el anuncio que hizo la Policía Civil de Paraná; la detención de Flavio Acosta Riveros, un ciudadano paraguayo de 30 años, investigado por varios crímenes en Paraguay, entre ellos la del periodista de ABC Color Pablo Medina y de la joven Antonio Almada.
En conversación con ABC Color, efectivos policiales de la Quinta Subdivisión de la Policía Civil de Paraná, confirmaron que Flavio Acosta Riveros tenía documentación brasileña falsa, que estaba hace como ocho meses en la ciudad trabajando de albañil y que cayó gracias a una denuncia en su contra por agresión física. En efecto, la identidad falsa que estaba utilizando Acosta Riveros era el de “Flavio Valerio de Assuncao”.
Los agentes policiales confirmaron igualmente que sobre Acosta Riveros existe orden de captura internacional por los asesinatos del periodista Medina y de la joven Almada. Además, señalaron que el mismo también soporta una investigación en su contra por parte de la policía brasileña, ya que se lo investiga por la muerte de un agente policial del Estado de Matto Grosso del Sur.
Acosta Riveros cayó por la denuncia de una mujer, que aparentemente era su pareja sentimental en Pato Branco. De acuerdo con los datos, la mujer denunció la agresión de parte de “Flavio Valerio”, pero al registrar los datos, esta persona no existía. Sin embargo, la foto coincidía con los rasgos de una de las personas que tenía orden de captura internacional, por lo que procedieron a investigarlo.
Una vez que determinaron que efectivamente “Valerio de Asuncao” era un nombre ficticio, montaron guardia desde ayer frente a la casa en donde residía Acosta Riveros. Recién esta mañana, cerca de las 09.00, hicieron la intervención. Una vez que pudieron detenerlo, Acosta Riveros confesó –según fuentes de la investigación- haber participado del atentando en el que murieron Pablo Medina y Antonia Almada.
El fiscal de Salto del Guairá, Lorenzo Lezcano, está en contacto con las autoridades brasileñas para tratar de conseguir la entrega al Paraguay del sicario. Aparentemente, existe la voluntad de los brasileños de extraditar "lo antes posible" a Flavio Acosta, para evitar que se mantenga durante tanto tiempo en tierras brasileñas como ocurrió con Vilmar Acosta, quien fue capturado en marzo de 2015 en Naviraí, municipio del Brasil ubicado en el Estado de Mato Grosso del Sur. Sin embargo, la extradición del exintendente de Ypejhú a nuestro país se dio recién 8 meses después, en noviembre último.
Acosta Riveros formaba parte del clan de los Acosta Marques –cuyo cabecilla era Vilmar “Neneco” Acosta- y que tiñó de sangre y luto varias zonas de Canindeyú como resultado de la “guerra narco” que abrieron en dicho departamento desde 2009.
Wilson Acosta Marques, hermano de Neneco, es el único que sigue prófugo y que también está involucrado en el doble crimen, además de otros asesinatos en los que se le atribuye participación.