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Una de las maestras de la guardería, Liliana Elizabeth Sánchez Barrios, fue denunciada ante la Fiscalía por haber maltratado a un niño de dos años, quien quedó con varios moretones. La violenta actitud de la mujer quedó registrada parcialmente en el circuito cerrado de la institución.
Según el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), tras una visita de los interventores, se constató que la supuesta "guardería" no tenía ningún seguro médico. Los responsables presentaron solo un recibo del último pago en 2016 del seguro de salud. Igualmente, la infraestructura no es adecuada y solo expidieron una factura de pago de tasas municipales. Las docentes tampoco eran profesionales en educación inicial, según sus currículos.
Sonia Escauriza, directora de la Niñez y Adolescencia del MEC, explicó que “la supuesta guardería nunca fue habilitada por el MEC ni como institución educativa ni como guardería. Trabajaban en negro; hay que cerrar este sitio y damos opciones a los padres para que busquen otras instituciones que queden por la zona y que estén habilitadas para su funcionamiento por la seguridad de sus hijos”, comentó.
Agregó que “son cuatro profesoras titulares, de la cual solo una tiene perfil, y las otras cuatro auxiliares son estudiantes de inglés, psicología, pedagogía, pero no de educación inicial”, aclaró Escauriza.
La directora del MEC enfatizó, en un tono bastante alarmado, que “sus propietarios no presentaron los documentos de habilitación del Ministerio de Salud ni de la Municipalidad de Fernando de la Mora, porque no tienen plano del local que funcionaba como guardería; tampoco hicieron la revisión del local por los bomberos y nunca se acercaron a ninguna supervisión del MEC para solicitar su revisión y aprobación para su funcionamiento”, especificó Escauriza.
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Violentaban a alumno de 2 añitos
La madre de la víctima detalló que el jueves por la tarde retiró de la guardería a su hijo con algunos hematomas y la profesora hizo referencia a ello, dándole a entender que el niño probablemente se lastimó en la casa. “Lo que hice fue alzarle la remerita y vi los moretones; le dije que eso no tenía, que antes de ir yo le bañé y no vi nada (…) Le pregunto qué realmente le pasó y me dice: 'Lo que pasa es que casi se cayó de la escalera y yo le tomé del brazo; quizás sea eso'”, relató.
Escauriza comentó que, llamativamente, hay un grupo de padres que solicita que el local no se cierre. Los mismos argumentan que el sitio les queda bien.