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Un violento choque entre las camionetas de la marca Chevrolet y Toyota Hilux causó la muerte de cuatro personas, anoche, aproximadamente a las 19:00, sobre la ruta VII, en la zona de Juan O’Leary, departamento de Alto Paraná.
El fiscal Édgar Torales, en conversación con la radio 780 AM, confirmó que tres de los cuatro ocupantes de la Chevrolet fallecieron en el accidente. Se trata de Fermín Rafael López Román, Ricardo Daniel Giménez Garcete y Aldo Adrián Garcete Cohene, mientras que Diego Chamorro consiguió salvarse.
La Toyota era manejada por Abel Florentín Blanco Pacheco, quien falleció al instante. Estaba acompañado de una menor de 14 años, quien también se salvó, aunque quedó internada en un nosocomio.
El fiscal Torales manifestó que ambos vehículos viajaban a alta velocidad. Relató que la Chevrolet partió de Presidente Franco con dirección a Villarrica.
Agregó que un testigo relató que la Chevrolet hizo un adelantamiento indebido y que luego chocó frontalmente contra la Toyota. Según la Policía, el conductor que realizó la maniobra imprudente fue Fermín López.
Pocos minutos después del accidente, Bernarda de Blanco, esposa de Abel Blanco, llegó hasta el lugar del choque para observar qué pasó.
Cuando vio el cuerpo de su marido, no aguantó la impresión y el dolor, por lo cual sufrió un infarto que causó su deceso en el lugar, detalló el fiscal.
El representante del Ministerio Público aclaró que ya no hay nada por investigar, debido a que los dos conductores fallecieron.
El fiscal Torales, al promediar la mañana de este viernes, estuvo en el lugar del accidente y constató algunas diferencias con respecto a la versión que recibió inicialmente.
Confirmó que Bernarda de Blanco falleció a consecuencia del infarto que sufrió al ver el cuerpo de su esposo, pero aclaró que el deceso aconteció camino al hospital.
Agregó que Bernarda también iba en la camioneta Toyota, pero que no sufrió lesiones. Fue al salir del rodado y ver el cuerpo de su esposo cuando se descompensó.
Finalmente, el fiscal constató –charlando con testigos– que el adelantamiento indebido lo realizó la camioneta Toyota y no la Chevrolet. En principio, el agente recibió una información inversa.
Torales justificó las contradicciones diciendo que el accidente fue de gran magnitud y que recién con el aporte de testigos y las marcas en el asfalto pudieron dilucidar cómo fue el choque.
Manifestó que el velocímetro de la camioneta Chevrolet quedó clavado en 180.