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Participaron de la actividad médicos del equipo de trasplante, familiares y las niñas que recibieron trasplante de corazón: Liz Morales de 11 años, proveniente de Curuguaty, departamento de Canindeyú, Jennifer León de 9 años, de Itá, Liz Ávalos de 13 años, quien vino de Villarrica y vive actualmente en San Lorenzo, y la quinceañera Miguela Ayala, que vive en Campo 9, Caaguazú. Además estuvo como invitada, Tatiana Benítez Insaurralde, trasplantada en el sector privado hace 11 años.
También estuvieron presentes el director del hospital, Pío Alfieri, la jefa de cardiología, Nancy Garay el director del hospital del corazón "San Jorge", Marcos Melgarejo. Asimismo, el director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante, Gustavo Melgarejo, entre otros.
En un acto teatral, Liz, acompañada de la doctora Garay, representó el papel de médica y tuvo a su cargo dar consejos de cómo cuidar el corazón. Entre ellos resaltaron: una alimentación saludable, mantenerse activo y en movimiento, ya sea realizando correcaminatas, deportes, yoga, baile, además de control periódico de la presión arterial, análisis químico anual para controlar la glicemia y el perfil lipídico. El último consejo fue alejarse de los vicios como el tabaquismo.
Luego llegó el momento esperado para Miguela Ayala, quien fuera trasplantada el 10 de febrero de 2015. Emocionada, bailó el vals con los médicos y con su padre Calixto Ayala.
La madre de la quinceañera, Jacinta Varela, agradeció al plantel médico no solo por los cuidados profesionales, sino también por dedicar su tiempo en celebrarle el cumpleaños sorpresa. Al final de la fiesta llegó el cantante Javier Zacher, de la banda de latin rock "Salamdra", quien sorprendió a la chica con varios temas de la agrupación como Solito, Lo que me gusta de tí, entre otros.
A la espera de donantes
Diana Roldan y Willian Balbuena, padres de Wendy, de 1 año y siete meses, comentaron que su única hija se encuentra en lista de espera de un donante. Teodolinda, madre de corazón de Esteban Delvalle de 8 años, quien quedó huérfano porque su madre murió en el parto, también está a la espera. Así mismo están pendientes de la esperanza de la donación otros dos pacientes del Acosta Ñu, Maximiliado de 18 y otro niño de 14 años, que probablemente también ingresaría a la lista.
La primera trasplantada
Liz Ávalos Sosa, entonces con 7 años, fue la primera en acceder a un trasplante cardíaco en un hospital público, en éste caso en el Acosta Ñu, en setiembre de 2012.
La abuela de Liz, Ña Rufina, de 68 años, que es quien la cría, sigue dedicándose como siempre a la venta de plantas medicinales por la mañana para mantener a Liz, mientras ella asiste a la escuela. Desde hace al menos tres años aguarda que el gobierno le otorgue la pensión para el adulto mayor, más aún atendiendo a que debe estar al cien por ciento disponible para cuidar de su casa y de su nieta, que requiere un buen ambiente donde crecer.