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Luego de que en octubre de 2013 el juez Hugo Sosa Pasmor haya elevado la causa de Cajubi a juicio oral y público, se sorteó el tribunal que debía entender en el caso en que está como uno de los procesados Víctor Bogado Núñez y otras 12 personas más. Las juezas Mesalina Fernández, Gloria Hermosa y Liza Battilana fueron designadas como las que se encargarían de llevar adelante el juicio oral y público que está fijado para mayo de 2015.
Sin embargo, las primeras dudas sobre la imparcialidad del juicio se dieron cuando la jueza Gloria Hermosa no se apartó del caso, teniendo en cuenta que ella por muchos años fue funcionaria del Dr. Víctor Núñez en la Corte Suprema.
La Dra. Hermosa primero fue secretaria de Núñez, luego ascendida a relatora del mismo ministro. Después llegó a la magistratura, a decir de muchos, recomendada por el ministro Víctor Núñez. Sin embargo, cuando fue elegida para juzgar una causa en la que está como principal acusado Víctor Bogado Núñez, sobrino del ministro de Corte Suprema de Justicia, Víctor Núñez, su exjefe, no dio un paso al costado, sino que aceptó el “reto”.
También es cuestionada por la querella la jueza Mesalina Fernández Franco, quien es hija de la exparlamentaria Adriana Franco de Fernández. Si bien no existen aparentemente nexos laborales entre Mesalina Fernández y el ministro Núñez, se habla de que la doctora llegó a la magistratura por influencias políticas.
De todas maneras, al parecer, el tribunal que juzgará a Víctor Bogado Núñez, Mariano Escurra Vicésar, Walter Elías Delgado, Félix Juan Bautista Villamayor, Aurelio Ramón Sosa, José Salvador Alonso, Cíbar Enrique Insfrán, Ricardo Antonio Poletti, Édgar Rolando Mengual, Pabla Mieres de Scavenius, César Bejarano y Gustavo Duré está diseñado a medida para dejar impune al sobrino de Víctor Núñez y de esa manera tampoco poder esclarecer la ruta que tomaron más de US$ 40 millones en el caso de una megaestafa.